viernes, 25 de marzo de 2011

Taller sobre Rehabilitación del Estero Salado del 23 al 25 de marzo.

El taller se desarrolla en el aula satelital del CTI, ubicada en el área de Tecnologías del Campus Gustavo Galindo de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL), en el km 30,5 de la vía Perimetral,  con la participación de expertos nacionales e internacionales del Norwegian Institute for Water Research (NIVA), del 23 al 25 de marzo del 2011.

Durante la presentación del evento, Paul Geerders, representante de NIVA, destacó que la recuperación del Estero Salado es una solución holística que implica varios aspectos como el económico, socio-cultural, demográfico y  ecológico y que a través de las intervenciones de las distintas instituciones va a permitir tener una radiográfica del este cuerpo de agua y aportar a nuevas soluciones.

Por su parte Ing. Maria Teresa Palomino, representante de la Dirección Municipal de Medio Ambiente, destacó la Gestión en el Control de la contaminación de fuentes industriales que realiza la dirección, la cual incluye 3 ejes de acción: levantamiento del catastro industrial, control ambiental de industrias y fuentes no industriales y las regulaciones legales que han permitido a la fecha establecer que en la ciudad se asientan 929 industrias de las cuales 298 requieren regulación ambiental. 

Paralelamente, el Arq. José Núñez, director de Urbanismo, Avalúos y Registros, dio a conocer el plan de urbanismo que la dirección a su cargo arrancó hace 10 años en las riberas del estero Salado con un gran malecón y la prolongación de pasarelas sobre el estero que nace en la Universidad de Guayaquil y el puente 5 de Junio y se prolonga hasta el puente de la calle Aguirre; la prolongación del Malecón con la regeneración de las riberas sur a través de la dotación de infraestructura sanitaria y reordenamiento urbano a la altura del puente de la calle Aguirre hasta el puente de la calle 17,  parques ribereños y complejos deportivos, con el fin de limitar las construcciones informales en los remates de las calles que llegan a los esteros y brindar a la comunidad espacios de esparcimiento.

Además también se tocaron aspectos relacionados con el rol de la industria, en el control de la contaminación y la recuperación del estero Salado por el Ing. Guido Yánez, aspectos legales a considerar para la recuperación del estero Salado por el Ing. Juan Carlos Blum y Gestión de la recolección de desechos sólidos flotantes por el Ing. Fabián Castillo.

Durante 3 días, expertos de la Norwegian Institute for Water Research (NIVA), técnicos municipales, de la Escuela Politécnica Superior del Litoral (ESPOL), Interagua, Inocar, Ministerio de Ambiente y organismos no gubernamentales, compartirán experiencias de los trabajos ejecutados para la rehabilitación del estero Salado.

miércoles, 23 de marzo de 2011

En ramal del estero Salado siguen rellenos clandestinos

Denuncia de moradores

Una volqueta sin placas fue descubierta por los moradores de las calles 16 y la H cuando lanzaba desperdicios de construcciones en un ramal del estero Salado, taponando el cauce y, por ende, el flujo de mareas, en Guayaquil.

La denuncia la presentaron los moradores de la zona ante el Municipio de Guayaquil y Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos (DIRNEA).

Esta no es la primera vez que los moradores de ese sector descubren que volquetas cargadas de cascajo lanzan el producto al ramal, taponando el poco cauce que aún mantiene, recordaron Fresia Salazar, Víctor Ángulo y Manuel Toledo en la denuncia.

Haciendo a un lado los temores de ser afectados por las denuncias, insistieron ante las autoridades en tomar medidas que impidan nuevas agresiones al estero Salado, especialmente porque las tuberías de aguas lluvias quedan taponadas como la que se encuentra en la 16 y la H.

Ilf Florshein, de la concesionaria Interagua, negó que contratistas de esa empresa sean los responsables de lanzar cascajo a ese sector.

Carlos Moncayo, de la DIRNEA, reconoció en cambio que no tiene los recursos económicos suficientes para poder detener los rellenos clandestinos.

Camilo Ruiz, del Municipio de Guayaquil, dijo que la denuncia se la debe trasladar a la Fiscalía por tratarse de un delito ambiental. En ese sector, la Comisión de Tránsito del Guayas ha ubicado al vigilante Cristian Asanza para evitar la presencia de volquetas con cascajo. (AM)

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Calles cercanas al estero Salado se inundan por aguaje

Las calles H y 17 se inundaron entre las 20:00 y 21:30
Rosa Moreira, de 73 años, recuerda cómo el pasado domingo debió subirse la falda sobre las rodillas y caminar descalza por la calle para salir desde su casa, ubicada en la calle 17 y la I, en el suburbio, hasta la calle principal, para acompañar a su hija a tomar un colectivo.

A unos 30 metros de la casa de Moreira se encuentra el estero Salado, donde desembocan las tuberías del sistema de agua lluvia que el Municipio porteño instaló hace años en el sector.

Pero el aguaje que se presentó en las costas continental e insular del país desde el domingo pasado hasta ayer provocó que el nivel del agua subiera e inundara la vía. Aunque los moradores reconocen que no es la primera vez que pasa, pues se produce una o dos veces al año.

No obstante, aseguran que esta época es distinta a las anteriores. “Esta vez ha subido más el agua y ha demorado más tiempo en irse. Esta calle siempre se nos inunda porque está a un nivel más bajo que las otras. No se nos entra el agua a las casas porque ya todos hemos rellenado”, indicó un morador, quien prefirió la reserva.

Pero los habitantes de la zona consideran que la demora en la evacuación del agua se debe al relleno que algunas familias han colocado sobre el estero para construir sus casas. Y temen hacer denuncias de las invasiones porque han sido atemorizados y amenazados.

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sábado, 19 de marzo de 2011

Medio siglo llevando turistas por el estero, truismo

Trabajo. Ismael Zuluaga es propietario de 12 botes,
varios de los cuales heredó de su progenitor junto
con el negocio.
Una familia maneja el negocio de los paseos en bote desde que el agua era cristalina

Los Zuluaga llevan 3 generaciones en esta actividad. La posta fue de padre a hijo y, ahora, de hijo a nieto


Dana García, Lorena Alonso, Alyson Peñafiel y Nelly Costelo llegaron al malecón del Salado aprovechando el feriado de carnaval. Son primas, viven en Manta y estuvieron en Guayaquil en casa de unos familiares. Durante su estadía decidieron recorrer la zona regenerada del estero Salado desde el puente 5 de Junio hasta el puente del Velero.

Durante el paseo algo llamó su atención: un muelle de madera junto al patio de comidas. Al final de la estructura había 17 botes, que eran abordados por los turistas, quienes salían a dar una vuelta por el estero. A un costado, un hombre de cabello encanecido y mirada afable estaba pendiente de todo: la atención a los clientes, el uso obligatorio de los chalecos salvavidas, la disponibilidad de las embarcaciones.

Era Ismael Zuluaga, de 65 años, administrador del negocio de los botes. El hombre les dio la bienvenida a las jóvenes, quienes decidieron alquilar una de las embarcaciones y disfrutar de un paseo de 45 minutos acompañadas por un remero. Así se unieron a una tradición guayaquileña como es los recorridos en bote por este punto del estero Salado.

Ismael vive en el Suburbio y es uno de los encargados de perpetuar la costumbre, la cual data de los años 40, cuando el agua del estero era cristalina y la comunidad utilizaba este brazo de mar como balneario. En ese entonces era Pedro Zuluaga, padre del hombre, el encargado del negocio.

Flipper 8. Ismael (sentado en la borda) labora con los botes
desde mucho antes de que esta zona del estero fuera regenerada.
Junto al puente 5 de Junio había un parque, en el que funcionaban los botes. “Ahí comenzaron mi papá y mis hermanos mayores. En esa época había otras personas con embarcaciones, pero como todos eran amigos decidieron dejarle el negocio a mi padre”, relata Ismael, cuyo progenitor construía los botes para trabajarlos, y también por encargo de diferentes empresas.
Según él, “los fabricaba de madera, a orillas del estero. Luego, cuando comenzaron a urbanizar la zona, se pasó al Guasmo Norte. Éramos tres hermanos, aunque al momento solo quedamos dos”.

Con los años, Pedro Zuluaga fue aumentando el número de embarcaciones a su servicio. Pero el tiempo también trajo consigo la contaminación del estero, la construcción de casas en las orillas y el crecimiento de manglares en las riberas. “Ahora las personas ya no se bañan en el agua, solo vienen a pasear en bote”, señala Ismael, quien quedó a cargo del negocio cuando su padre se retiró. Actualmente lo maneja con la ayuda de su hijo, un sobrino y unos primos. “Ellos son la tercera generación”.

Doce embarcaciones son suyas, entre ellas Bibi, Bibay, Maru, Vicky, Star, Delfín 2 y 3, Cairo, Jhonny, Bismark y Titanic, del cual Ismael dice sonriendo que “este no se hunde”. Las cinco restantes (Hombres de Valor, Virginia Forever, Daniel el Travieso, Andy y Pedrito) pertenecen a un pariente.

De aquellos pioneros de los paseos en botes, ninguno sobrevive. El tiempo se los ha ido llevando, aunque su legado los mantiene vivos en la memoria de quienes pudieron ver el estero como sitio de reunión familiar. “Antes se hacían competencias, regatas, intercolegiales de remos. Había una playa artificial”, dice Ismael Zuluaga.

En 2004 fue construido el malecón del Salado y el Municipio les permitió seguir con el negocio en el muelle situado junto al puente del Velero. Aquí llegan turistas nacionales y extranjeros para alquilar un bote por 3 dólares los 45 minutos. Cada embarcación tiene capacidad para seis personas. Por $ 1,50 adicional el visitante puede contratar un remero.

También hay lanchas turísticas, que pueden llevar hasta 22 personas. El viaje dura 45 minutos y cuesta $ 3,50 adultos y $ 3 niños y tercera edad.

José Chalén tiene más de 25 años como remero. Maneja a
la perfección la técnica y conoce los secretos de la zona.
Para los botes hay seis remeros los sábados, domingos y feriados, que es cuando asiste más gente. Uno de ellos, José Chalén, de 63 años, es guía turístico y mientras impulsa con habilidad una de las embarcaciones, relata a los pasajeros secretos del estero.

Lleva más de 25 años en esta actividad, así que conoce a la perfección todo lo que oculta este ramal de agua, que puede alcanzar 7 metros de profundidad. “Aquí todavía la gente pesca y coge cangrejos”, cuenta este hombre parlanchín y jovial, quien llega los fines de semana desde El Recreo, en Durán, para ganarse unos dólares.

“Hay personas que les gusta ir hasta el puente 5 de Junio o la Universidad Guayaquil. A otras les gusta el Club Náutico. También hay gente que viene a menudo y contrata paseos de una hora y media, para relajarse y disfrutar de la tranquilidad del estero”, cuenta Chalén.

Por ahora la familia Zuluaga continuará en el negocio. Así, los turistas seguirán navegando por estas aguas que son parte de la historia de Guayaquil.
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domingo, 13 de marzo de 2011

Las iguanas de Guayaquil

En el principal puerto ecuatoriano, cientos de reptiles ancestrales, las iguanas, viven en diferentes parques, en el malecón, en los esteros, pero de manera en especial, en el hoy conocido como el “Parque de las Iguanas”.

La iguana verde, especie faunística característica del estero Salado que ha convivido con el desarrollo urbanístico de la ciudad durante varias décadas, es conocida como iguana de Guayaquil y junto con el mono, son símbolos que identifican a los guayaquileños.

Guayaquil es la ciudad-puerto motor de la economía del Ecuador, de clima tropical, naturaleza privilegiada por su flora y fauna; de gente amable, vivaz, creativa y dinámica. Durante décadas, la población de iguanas era voluminosa por los grandes ramales del Estero Salado y los ríos Daule y Babahoyo que forman el Guayas. La depredación de los manglares por el crecimiento de la ciudad llevó a los ejemplares a vivir en parques con árboles frondosos o en algunos que están cerca del agua.

En el centro de la urbe, frente a la Iglesia Catedral, se encuentra el llamado Parque Bolívar conocido también como Seminario que data de 1889 cuando en la llamada Plaza Bolívar, se erigió el monumento ecuestre en homenaje al Libertador y, luego en 1895, el filántropo Manuel Seminario donó el enrejado para cercarlo, la glorieta, bancas, entre otros detalles que, más de un siglo después, aún existen en el lugar.

El Parque Bolívar tiene actualmente entre sus mayores atractivos cientos de iguanas que durante el día, con una temperatura de más de 32 grados descienden por las ramas para recibir los candentes rayos solares, en el césped, a vista y presencia de los visitantes.

Cientos de iguanas verdes en el Parque Bolívar de Guayaquil/S. SORIA

La iguana es un reptil de sangre fría, por eso cuando siente el calor del sol, desciende del árbol, busca lugares despejados y toma su pose característica, con la cabeza levantada, mostrando el pliegue debajo de su garganta y se queda erguida y sin moverse durante al menos una hora, así recupera sus energías. Este animal es vegetariano y pasa más tiempo asoleándose que comiendo.

En Guayaquil existen abundantes poblaciones de estos reptiles y se encuentran en plazas, en otros parques, en el malecón, cerca de los manglares, pero, es en el Parque Bolívar en donde hay una mayor población de estas especies. En el sitio se ve a padres con sus hijos contemplándolas; a las parejas y las iguanas alrededor, a los ancianos conversando o leyendo y, a sus pies o en las banquetas, los reptiles. Allí tienen una convivencia diaria con los visitantes, deambulan en forma pacífica y se aproximan a las personas sin sentir amenaza alguna.
La explicación que da don Miguel Torres, de 68 años de edad y 20 años como lustrabotas del parque es muy simple: “aquí nadie las ataca o se las come, más bien las alimentan, aunque está prohibido”.

Un símbolo de los guayaquileños

La iguana representa una especie animal endémica de la ciudad que incluso la identifica turísticamente. Existe, en homenaje a su permanencia, en la avenida Las Monjas, al norte de Guayaquil, en la plazoleta de un pequeño centro comercial, un gran y hermoso monumento a este reptil que forma parte de la idiosincracia guayaquileña. El autor de la obra escultórica es el artista quiteño Juan Sánchez, quien aplicó en ella una técnica de cerámica moldeada.
Cuando visite el Puerto de Guayaquil, no puede dejar de conocer el parque donde las iguanas rememoran a las ancentrales especies ya desaparecidas de reptiles.
Cassia Delgado para Generacion XXI

martes, 8 de marzo de 2011

El Municipio alista nueva licitación para la limpieza del Estero Salado

Darle un mayor carácter tecnológico al servicio de recolección de basura, mediante el uso de embarcaciones modernas. Es el giro principal que tendrá la nueva licitación que alista el Municipio de Guayaquil para la limpieza del estero Salado.

En marzo del 2012 terminará el contrato con la empresa Visolit, que brinda este servicio. Pero ya el Cabildo trabaja en el aspecto legal de la nueva contratación.

El alcalde Jaime Nebot dijo que en la nueva licitación, cuyas bases estarán listas en abril, se está dando un paso adicional con un sistema nuevo y mucho más avanzado. “La forma de recoger la basura del estero va a ser distinta. Los métodos de recolección y la cobertura serán distintas. E incluso, muy posiblemente, en esa nueva contratación incluyamos el tema de la oxigenación del Salado”, expresó el alcalde Nebot.

Los trabajos
  • Personal de la empresa Visolit recoge un promedio de 3 000 fundas diarias de basura, unas 13 toneladas, tanto del estero Salado como de sus orillas.
  • Visolit trabaja en la limpieza del estero desde junio del 2003 a través de un contrato con la Fundación Malecón 2000. Desde el 2005 contrata con el Municipio.
  • El último contrato fue firmado en el 2009 y tiene una duración de tres años. El Municipio de Guayaquil invierte USD 3 millones en la limpieza del estero.
  • Moradores como Ana López en el puente de Puerto Lisa, Miriam López en la 19 y la J, Juan Ortega en el Plan Piloto del suburbio, Alejandro Pin en la isla Trinitaria, piden que no se arroje basura al estero, pues se queda luego estancada en sus sectores.
El Burgomaestre adelantó que el nuevo sistema será a través de barcazas más especializadas y de sistemas más profundos. Así, el uso de embarcaciones modernas permitirá que el trabajo no solo ya no sea manual, sino que sea mucho más ágil. “Estamos evaluando la posibilidad de manejar varios tipos de embarcaciones, todas de características modernas, que puedan abarcar todos los 10 ramales pero de una manera más eficiente”, agregó.

Estos detalles son parte del proceso de evaluación que estudian los técnicos municipales como parte de la elaboración de las bases para la licitación nacional e internacional.

Dichas bases contemplarán un campamento donde, además de tener las oficinas administrativas, se realice el mantenimiento a las naves de manera frecuente.

Y también se pueda contar con un equipo para compactar la basura y llevarlo al servicio de recolección ordinario de manera más eficiente, es decir llevar más peso por cada viaje hacia el relleno sanitario de Las Iguanas.

Camilo Ruiz, director de Medio Ambiente Municipal, explicó que en el tema de la oxigenación se analizan posibilidades reales de implementarla. “Es una técnica muy avanzada y se necesitan estudios muy rigurosos que no sé si el Gobierno los tenga. Es una técnica supremamente cara, que demanda de mucha energía y hay que saber bien en qué ramales es conveniente utilizarla y en cuáles no surte efecto”.

En Guayaquil son 10 los ramales del estero que por contrato se limpian. Los que más problemas han generado por basura flotante son los que salen de la Kennedy, Urdesa, puente 5 de Junio, estadio Monumental, isla Trinitaria, Palanqueados, Las Ramas y Puerto Lisa. Pero la recolección de basura no es la única fórmula municipal para rescatar el Salado. El alcantarillado sanitario va de la mano de este plan.

A criterio de Nebot, esto ha permitido que la descargas de aguas negras ya no vayan como antes, de manera directa, al estero. Y, en ese sentido, destaca que sectores populares como los Guasmos y la Isla Trinitaria hoy tengan 100% de cobertura de alcantarillado.

Otras zonas son desde la avenida Delta hasta el puente Portete; en Jardines del Salado y las cooperativas de la vía a la Costa.

Desde hace dos años que se consiguió la competencia de Ecapag, 600 000 personas se han incorporado al alcantarillado sanitario cuyas descargas ya no van directamente al estero.

En tanto, el Gobierno, a través del Ministerio del Ambiente, ejecutará un plan de superoxigenación del estero. El objetivo es disminuir notablemente la carga de contaminación del Salado.

Tras estudios realizados durante cinco meses, Édgar Muñoz, subsecretario de Gestión Marina y Costera, indicó que a un costo de USD 3 millones se instalarán seis plantas que tendrán su propio sistema de captación de oxígeno. Estarán en los puntos más conflictivos del estero: Urdesa, Kennedy, Miraflores, puentes 5 de Junio y de la 17, y la universidad.


Control al sector industrial


Hace dos semanas, el Municipio adjudicó la realización de una consultoría a través de la cual, en seis meses, se tendrá actualizado el catastro industrial en las zonas de los parques industriales Inmaconsa y Pascuales.

Además de ser sectores muy extensos, allí se encuentran las industrias de mediano y alto impactos de contaminación. El resto de los estudios en la ciudad fueron hechos por administración directa por el Departamento de Medio Ambiente del Municipio.

Los resultados iniciales señalan que, hasta el momento, se han identificados 585 establecimientos, entre fuentes industriales y no industriales. En el 2010 se efectuaron más de 400 auditorías y estudios de impacto ambiental y se cumplieron con 200 inspecciones de campo. Además de 854 inspecciones a fuentes no industriales como gasolineras, lubricadoras, lavadoras de carro y talleres que podrían generar algún tipo de emisión o descarga líquida que tendrían influencia sobre el estero Salado.

Las descargas de zonas de la parroquia Tarqui Popular, por gravedad, van por los canales y llegan al estero, una parte, y otra al río Guayas. Estos son Bastión Popular, las 26 cooperativas del km 8,5 de la vía a Daule, Vergeles y otros.

Fuente: El Comercio

martes, 1 de marzo de 2011

Las casas deshabitadas en el Salado son demolidas

En la calle Pancho Segura. Varias casas sobre el estero,
cuyas familias fueron reubicadas en el Plan Socio Vivienda,
ya han sido demolidas. Foto: Mario Faustos/EL COMERCIO
Edificaciones demolidas y otras a medio desbaratar se encuentran sobre el estero Salado. Allí, hasta hace un mes, habitaban familias que fueron reubicadas en el Plan Socio Vivienda, en la Nueva Prosperina, noroeste de Guayaquil.



La reubicación es parte de un plan del Gobierno para el rescate del estero Salado.

Según el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), 158 familias ya se encuentran en su nueva morada. Para la reubicación se priorizó a quienes tenían sus viviendas debajo del puente de la A o sus alrededores.

El Municipio de Guayaquil alista la demolición de dicho viaducto para construir uno nuevo con técnicas modernas que permitan a su estructura soportar los niveles de salinidad del estero.

A mediados de enero abandonaron el área bajo el puente de la A, familias como las de Luis Zambrano y su esposa Maura; así como las de sus hijos Luis, Antonio, Miguel, que vivían en cuatro casas levantadas a continuación.

En ese sitio, en el lado de la calle 11 y Pancho Segura, hoy solo existen escombros. Hay material de bloque demolido así como las bases de madera de las viviendas.

Sobre la calle Francisco Segura, hacia el otro lado del puente, solo quedan levantadas sobre el fango del estero los palos de lo que hasta hace poco tiempo fueron endebles casas de caña.

Una vez que los beneficiados se cambiaron a la Nueva Prosperina, las casas fueron destruidas. A través de la Armada y la Policía se controla para evitar nuevos asentamientos. Allí, el plan del Miduvi es levantar un parque lineal.

Similar procedimiento se cumplirá hasta el 2013, pues el Gobierno prevé reubicar a 5 000 familias que habitan a lo largo del Salado. Para fines de este año, el Miduvi anunció que serán reubicados 2 000 grupos familiares.

Allí deberán ir, de manera urgente, a medida que se vaya culminando la construcción de las viviendas, los damnificados del sector de Esmeraldas Chiquito, en las Malvinas, sur de Guayaquil.

La madrugada del pasado martes 22 de febrero, ocho casas se cayeron al estero luego de que el relleno sobre el que se asentaban cediera y las viviendas se hundieran en el Salado. Además, están en riesgo otras 56 casas.

Una nueva protesta
  • Los afectados en Esmeraldas Chiquito insistieron ante el Miduvi para que la reubicación ofrecida se haga lo más pronto posible.
  • La semana anterior, moradores del sector de Plan Piloto y Cisne II volvieron a protestar a orillas del Salado. Ellos se resisten a la reubicación.
  • Con el censo, el Miduvi ha registrado un 70 % de los beneficiarios para la reubicación.
Por esa zona ya se cumplió con el censo dentro del plan de reubicación del Gobierno. De allí que Raúl Sánchez, coordinador del Miduvi, explicó que una vez censados, los damnificados no perderán sus derechos a una vivienda, así no estén presentes en el lugar.

Esta aclaración la hizo el funcionario a los afectados, en vista de que se resisten a ir al albergue del Buen Vivir, en la calle Gómez Rendón, ante el temor de no recibir ayudas. Algunos permanecen a la intemperie o están alojados en casas de vecinos o familiares.

Sánchez dijo que el Ministerio cuenta con un levantamiento aéreo fotogramétrico de la zona. Eso permite identificar cuántas casas están en las orillas del estero.

Fuente: El Comercio