jueves, 19 de enero de 2012

Municipio pedirá a Interagua que compuertas empiecen a operar

Sistemas para evitar contaminación del estero llevan 6 años sin operar.
Firma constructora tardó 54 meses en entregar dos obras concluidas en el 2005. El costo de la inversión ascendió a 600.000 dólares.

Obras. Estas compuertas están ubicadas en el puente
de la avenida Ignacio Robles Santiestevan, frente a la
manzana 129 de Urdenor 1. Las otras están detrás de Fedenador.
Los activistas lo reivindican como un brazo del estero, pero para muchos de los moradores ya no es más que un canal de aguas servidas. Se trata del estrecho ramal del área de incidencia de Urdenor 1 y la sexta etapa de la Alborada. Allí la proliferación de plagas; "por momentos" los malos olores y el aspecto de basural cuando los troncos represan las aguas bajo el puente han introducido entre los habitantes el deseo de cubrirlo con un ducto cajón.

En esa zona está ubicado uno de los dos desvíos temporales de aguas que ingresan al Estero Salado por el canal Caterpillar-Urdenor-Estero en el Tramo "A" (ver mapa). Al igual que el desvío del canal Guajiro-Complejo Deportivo-Mapasingue-Miraflores, lleva inoperativo 6 años según publicó EXPRESO el pasado 12 de enero.

Cuando comenzaron a construir el sistema de Urdenor 1 (en el puente de la avenida Ignacio Robles Santiestevan) moradores como José León, un abogado de 55 años, que reside en la manzana 129, abrigó la esperanza de que la construcción reportara algún tipo de beneficio. "Pero hasta aquí no se hizo absolutamente nada". Para él, que apoya la idea del ducto cajón, la inversión de más de 600.000 dólares "es una plata que se ha botado al estero, una plata desperdiciada".

Una historia de postergación

Los desvíos temporales fueron diseñados para frenar la contaminación del brazo de mar durante el verano, en los cerca de 9 meses que la ciudad no tiene lluvias.

Los sistemas de compuertas tuvieron un costo de $ 604.817 de acuerdo con un informe de Contraloría. Tenían por objetivo frenar buena parte de la contaminación que reciben de los canales de aguas residuales los tramos Urdesa Norte-Kennedy y Miraflores-Urdesa y que desembocan ambos en la zona anterior al puente 5 de Junio.

En un comunicado el Municipio de Guayaquil reconoce que los proyectos fueron diseñados en el 2004, y "construidos hasta el año 2005", pero precisa que Colisa nos los entregó al Cabildo hasta el 17 de junio de 2010. El documento no explica porqué la constructora tardó cuatro años y medio, 54 meses, en la entrega de una obra concluida. Se trata de la misma firma a la que en el 2007 el Cabildo porteño le canceló el contrato de ampliación de la avenida del Bombero tras los continuos atrasos.
La Municipalidad entregó a su vez los desvíos, para su operación, a la concesionaria Interagua, el 29 de junio de 2011. Y según la carta enviada a este Diario por Camilo Luis Álvarez, el director de Medio Ambiente del Municipio, fue dejada constancia que todos los trabajos estaban concluidos, "cumpliendo las normas y especificaciones técnicas establecidas".

En un recorrido, la semana pasada, EXPRESO comprobó que los motores de las casetas estaban herrumbrosos y la grasa de las poleas petrificada.

En 7 años, desde que fueron diseñadas las compuertas hasta la fecha de entrega para su operación cambiaron "considerablemente" las condiciones de los sistemas de alcantarillado sanitario de los sectores de influencia, sobre todo en cuanto a los caudales.

Estos desvíos fueron diseñados para desviar (bombear) al sistema de alcantarillado sanitario las aguas residuales, domésticas e industriales, que bajan por los canales de sectores sin alcantarillado como La Prosperina y Mapasingue Este y Oeste, por un lado; y del sector industrial de la Juan Tanca Marengo, por el otro.

Debido al cambio de caudales la Empresa Cantonal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Ecapag) solicitó mediante un oficio que Interagua presente un estudio de las bondades y complejidades que se generen para establecer la operación de las obras, "lo cual hasta la fecha no ha cumplido".

Y es que de acuerdo a la Dirección de Medio Ambiente la operación de los desvíos, en las condiciones actuales, daría lugar a represamientos de aguas residuales "con las consecuentes afectaciones a la salud de la población".

El documento habla de que el represamiento podría provocar también "desbordes", aunque las compuertas solo deben funcionar en épocas sin lluvias. Y los malos olores son provocados sobre todo cuando los lodos quedan expuestos, en la marea baja, como explican los conocedores del tema.
Para pobladores de Urdenor 1 como Rosa Roca, el panorama no puede ser peor cuando los desperdicios de las fábricas del sector circulan al lado de su casa, dice. "No es todo el día, pero por momentos vienen unas ráfagas de un hedor nauseabundo que se instalan aquí, como si estuviéramos al pie de una cloaca. Desde luego que eso afecta nuestra salud, la de nuestros hijos y nietos".

Por su parte Interagua aduce que lleva solo 6 meses a cargo de estos sistemas de compuertas y desvíos, que ellos no estaban bajo su competencia hasta julio pasado. "Estamos haciendo todas las revisiones y estudios del sistema para ver qué es lo que funciona y cuáles son los problemas que se puedan encontrar para el tema de la operatividad", indicó Ilfn Florsheim, gerenta de Comunicación de la concesionaria.

Expertos afirman que Interagua tendría problemas para bombear una mayor cantidad de aguas servidas, lo que también cuesta más dinero. Respecto a ello Florsheim solo adelantó: "Todo eso es lo que estamos estudiando en este momento". Agregó que aún no tienen fecha prevista para poner operativos los sistemas.

No obstante, según Ruiz Álvarez el Municipio "conminará a la empresa a Interagua" para que presente el estudio solicitado, y que plantee las medidas técnicas necesarias, para que las obras se encuentren operativas una vez concluida la época invernal. (AGV).



La Ecapag construye 4 nuevos proyectos
Con el apoyo del Municipio de Guayaquil, la Empresa Cantonal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Ecapag) construye proyectos de expansión del sistema de alcantarillado sanitario de la ciudad con miras "a minimizar la contaminación del Estero Salado, de manera definitiva".
Entre esos proyectos la Municipalidad, Autoridad Ambiental de Aplicación Responsable Acreditada en el cantón, menciona la expansión del alcantarillado sanitario de los sectores de Mapasingue Este-Oeste y Prosperina, además de los de drenaje pluvial en los sectores del Canal de la Muerte y Río Perdido. Las aguas de estos sectores desembocan en el tramo "A" (Miraflores-Urdesa) uno de los más contaminados. Entre los trabajos pendientes sigue estando el de cortar descargas industriales y domésticas, que por diversas vías, llegan al estero.

Fuente: Diario Expreso
  

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