martes, 18 de septiembre de 2012

Varias familias con casas de hasta tres pisos no quieren salir del estero

El Gobierno busca recuperar el brazo de mar 

Algunos habitantes dicen que el Municipio les notificó que arreglará las aceras y calles de los sitios que van a ser removidos.

En la 13 y la F, en el suburbio de Guayaquil, vive en una casa
de caña Liseth Méndez de Carranza. Ella está dispuesta a salir
del sector. Foto: Miguel Castro | El Telégrafo
Desde 2010 inició la incertidumbre de decenas de familias que viven a las orillas del estero, a la altura de la 13 y la F, en el suburbio de Guayaquil. Estas familias han invertido sus ahorros en la construcción de casas de cemento, muchas de ellas de dos y tres pisos.

Isabel Orozco  ha vivido en el sitio antes mencionado toda su vida, porque el terreno estuvo en posesión de sus padres. En su vivienda que es de dos plantas vive junto a sus dos hijas y sus progenitores. “En las casas que nos van a reubicar no entro porque con mucho esfuerzo he adquirido mis cosas y dónde voy a dejar a mis padres”, preguntó la moradora.

Ella manifestó que en el lugar la mayor parte de las casas son de cemento y que pocas son de madera. “Yo estoy de acuerdo con este trabajo, pero yo ya tengo una casa cómoda en donde vivo. Que les den casa a quienes están sobre el río con peligro de caerse”, aclaró.

Ese es el caso de Naida Rincones, quien recién arregló su vivienda de caña en donde habita junto a sus hijos y esposo. “Tengo 14 años en las mismas condiciones; me da mucha pena salir de este lugar por la costumbre, pero si es por un sitio mejor estoy agradecida”, detalló la mujer, quien ha construido toda su vivienda sobre el ramal de agua.

Mientras Rincones contaba su historia, Lisset Méndez de Carranza narró que cuando la marea sube su casa tiene una piscina incorporada. “Por eso recién traje más tierra para rellenar y decidimos hacer todo el piso de cemento”, manifestó la señora. “Esto está un poco dividido; hay unas cuantas personas que tienen casas de caña que quieren irse, pero hay otros que tenemos todo nuestro esfuerzo invertido en las casas”, dijo Orozco.

Ella comentó que  paga todos los años un valor por los predios al Municipio, así como agua y luz. “Es más, el Municipio nos va a pavimentar el callejón y van a hacer las veredas. Y el jueves tenemos que ir a una reunión con el Alcalde para pedir su ayuda y que nos regularice”.

Ellos manifestaron que fueron funcionarios del Municipio los que se acercaron para comunicarles que les van a pavimentar la calle y harán las aceras y bordillos, pero antes de eso las familias quieren que les provean de alcantarillado. “Nos dijeron que llevemos las fotos y las firmas de todos los de la cuadra; estamos luchando por todos los que tienen casas de cemento, por los de casas de caña no podemos hacer nada”, afirmó Orozco.

Los habitantes de este sitio mencionaron que han escuchado que se despejará 30 metros desde la orilla y por eso toda la cuadra debe salir.

La disposición es recuperar el estero para sembrar manglar, hacer un malecón y mejorar la calidad de vida de todas las personas del sector, porque actualmente las aguas emanan olores desagradables. El Miduvi no ha querido dar detalles de cómo avanza el proceso.
Fuente: El Telégrafo

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