miércoles, 16 de julio de 2014

Se estan hundiendo !!

Las familias que habitan en las casas que están al pie del Estero Salado, entre los puentes de la 17 y Patria (Gómez Rendón), esperan que el Municipio de Guayaquil las reubique en una zona segura.Dos días seguidos las viviendas han amanecido llenas de agua por un “aguaje extremo” que, según previsiones del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), concluirá hoy.

Las anegaciones afectan aproximadamente a 400 familias del tramo citado. Algunos ya están preocupados por la posible llegada del fenómeno El Niño, cuya intensidad aún no ha sido determinada.

Los moradores consultados afirman que las obras municipales, en algunos tramos, no han mejorado la situación. Las casas están legalizadas hace cerca de una década y la mayoría es de construcción mixta.

Algunas de las viviendas fueron reconstruidas por el Cabildo. Hace 8 años circuló la noticia de que la zona sería desocupada e iniciaría un plan de reubicación para los ribereños.

De acuerdo con los vecinos, el Malecón del  Salado iba a prolongarse por el borde del afluente, es decir,  desde el Puente de la 17 (Milagro) hasta el viaducto Patria (sobre la calle Gómez Rendón). También, cuentan los vecinos, que se contempló el hecho de que la zona era de riesgo porque no hay una franja de seguridad entre las viviendas y el brazo de mar.

María Morales, residente del callejón Colón y la 17, afirma que por el año 2006 llegó personal del Cabildo a su vivienda para notificarle que pronto iniciarían los trámites de reubicación. Pero ella, acota, no recibió información de dónde sería trasladada. “Dijeron que recibiría la notificación en el momento indicado, pero nunca llegó”.

Tampoco pudo hacer mejoras a su propiedad.
Para el ingeniero Ángel Pincay, excolaborador de la consultora Vera (especializada en ingeniería civil), es poco lo que se puede hacer para evitar anegaciones en el sector. Para él, es más factible la reubicación.

El consultor explica que resultaría imposible elevar el nivel de la zona, porque aquello perjudicaría a sitios más alejados de la orilla. “Además de que la inversión sería exorbitante”.Criterio similar tiene el ingeniero Carlos Vera, quien ha trabajado en cuencas hidrográficas dentro y fuera de la provincia del Guayas.

El profesional indica que los errores en la construcción son desde que se levantaron las primeras casas del lugar. “Para vivir al pie de un estero se debieron tomar más precauciones”.
De su lado, la coordinación zonal 5 de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) informó que ya se ha iniciado una inspección técnica en el lugar. Una vez que concluya el informe respectivo se determinarán las acciones
pertinentes.

El Municipio de Guayaquil, por su parte, hasta el momento no ha emitido un pronunciamiento sobre la situación actual o la posible reubicación de las familias que están asentadas al pie del estero.

DATOS

La Ley 37 (promulgada en 1997) es de carácter expropiatoria y permitió la legalización de terrenos en el Estero Salado y en otras zonas de la urbe.

En 2002, el Municipio inició la construcción del Malecón del Salado (entre el Puente 5 de Junio y la calle 17). La obra incluyó la refacción de las casas ubicadas en la orilla del estuario.

En 2013, el alcalde Jaime Nebot anunció que se construirá un malecón que se extenderá desde el puente Portete hasta la calle El Oro. Entonces descartó la reubicación de las familias en las riberas. 

El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) estima que aproximadamente 8.500 familias que viven cerca de distintos ramales del Estero Salado serán re-ubicadas hasta 2017.Se proyecta la edificación de un parque lineal en las zonas rescatadas.Fotos: William Orellana/El Telégrafo




Fuente


martes, 15 de julio de 2014

El aguaje inundó riberas del Salado y se pide reubicación

Varias casas de esta zona presentan grietas en su estructura

La jornada fue atípica para moradores y comerciantes de la zona ribereña del estero Salado desde el puente de la calle 17 hacia el oeste.

Ramón Abreu contó que se levantó a las 08:00 y que al caminar hacia la sala de su casa, ubicada en el callejón Sucre, se dio cuenta de que el estero Salado había invadido esta área de su hogar. De inmediato empezó a sacar el agua que había rebosado del brazo de mar.

Ayer, esta zona de Guayaquil se vio afectada por los efectos de un periodo de “aguaje máximo” que, según informó el Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador, se registra desde el domingo pasado hasta mañana.

El agua incluso llegó hasta la calle Colón, donde funciona un puesto de venta de jugos y tostadas. Camilo Orrala, dueño del negocio, contó preocupado que el agua mojó la parte baja de un congelador y una refrigeradora de su local.

Ubaldina Chévez, de 76 años, también pidió ser reubicada
porque considera que las bases de su casa están deterioradas.
 Francisco Verni
En las calles 29 y Medardo Ángel Silva, Blanca Burgos, de 79 años, narró que en la madrugada del lunes su casa “se movía como hamaca” y, que a las 08:30, el agua sobrepasó el piso entablado, por encima de los tobillos.

Mientras recorría uno de los dormitorios de su casa comentó que estaría de acuerdo con ser reubicada de esta zona: “Ya se me ha ido al estero tres veces la casa, me he quebrado las piernas y las manos. De noche se mueve bastante la casa”.

A pocos metros de ahí está ubicada la vivienda de Cifredo Ortiz, quien dejó de lado su negocio de venta de camarones por la impresión que le generó la subida del nivel del agua.

Él también pidió ser reubicado a otro sitio. Dijo que las bases de su casa –apuntaladas con troncos de mangle– están a punto de ceder y que no soportarán la llegada de un eventual fenómeno El Niño.
Desde el 2010 el Gobierno impulsa el proyecto Guayaquil Ecológico, con el que busca mitigar los efectos de la contaminación en el estero Salado y reubicar a aproximadamente cinco mil familias que habitan en sus riberas. Una parte ya ha sido llevada a los planes habitacionales gubernamentales.
Sin embargo, ciudadanos que habitan justamente entre los puentes de las calles 17 y Portete se rehusaron al traslado, argumentando que esta es una zona consolidada.

Al contrario, el Municipio integró este lugar al plan de regeneración urbana. Pintó las fachadas de las viviendas y construyó extensiones del Malecón del Salado (parques y zonas de contemplación).

Más datos
Pronóstico INOCAR


El Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador informó que el periodo de aguaje máximo continuará hasta mañana. La entidad recomendó considerar estas condiciones para la realización de las actividades en el mar.
FUENTE

jueves, 10 de julio de 2014

El estero Salado cambia de imagen con inversión del Gobierno

El Presidente Rafael Correa visitó, este mañana, los trabajos en la zona del Palanqueo, ramal del estero Salado, y parte del gran proyecto Guayaquil Ecológico.
 
Esta obra la ejecuta el Gobierno para recuperar las zonas verdes para el Puerto Principal.

Javier Romero, director del Guayaquil Ecológico, explicó que este proyecto incluye la restauración de ramales del estero Salado, la eliminación de fuentes de contaminación, la recolección de desechos en el espejo de agua y una campaña de educación ambiental. 

En el Palanqueo, ubicado en el suburbio,  al sur de la ciudad, las obras están a cargo del Ministerio del Ambiente. En esta zona se puede apreciar que existe la limpieza de las aguas y evitar que la basura y otros materiales lleguen al estero. 

El Presidente Correa enfatizó que se destruyó el estero Salado, el  que antes era un balneario natural de los guayaquileños. La intención, recalcó el Mandatario, es dotar de espacios verdes y públicos a la ciudad más grande del país. 

Este trabajo será integral, porque no solo incluye la recuperación ambiental del estero Salado, porque en sus riberas se levantarán parques y zonas de distracción para todos los ciudadanos. Estas obras costarán 12 millones de dólares. 

El Presidente Correa pidió a los guayaquileños su colaboración para seguir con este importante trabajo. Por ejemplo, unas 5.000 familias que están ubicadas en las riberas del estero serán reubicadas en los planes de vivienda del Gobierno. Sin embargo, recalcó que esta medida solo será para las personas que viven en las orillas y no en las zonas urbanizadas, como en Palanqueo. Las familias que residen en zonas urbanizadas -dijo el Mandatario- serán las más beneficiadas de este proyecto porque no solo tendrán cerca un estero rehabilitado, sino parques, ciclovias, alcantarrillado y otros trabajos que mejorarán sus condiciones de vida.

Otra factor importante para la recuperación del Salado será el control de las fuentes de contaminación. En esta labor, el Gobierno suspendió a seis empresas que arrojaban sus desechos al brazo de mar. El jefe de Estado sostuvo que no se permitirá que se siga contaminando y que serán sancionados. FUENTE: El Ciudadano

martes, 8 de julio de 2014

Una empresa fue sancionada por contaminar el Estero Salado

El Ministerio del Ambiente sancionó al Centro Comercial Laguna Plaza, ubicado en el km 12,5 de la vía a la costa, por incumplir las normas de protección ambiental.

Según un comunicado de la cartera de Estado, el local fue suspendido temporalmente en las áreas comunes (patio de comida, baños) y la planta de tratamiento por malas prácticas ambientales y descargar sus afluentes líquidos al canal natural que conduce las aguas lluvias al estero Salado, las que emanan olores putrefactos a urbanizaciones aledañas.

El informe técnico de la Dirección Provincial del Ambiente del Guayas señala “la existencia de tuberías provenientes de la parte exterior de la urbanización Laguna Plaza, se encuentran descargando afluentes líquidos a un canal natural de aguas lluvias, el cual recorre 300 metros desembocando al estero Salado. Asimismo, se inspeccionó la parte externa del muro de cerramiento, donde se verificó que la tubería que produce la descarga proviene de la planta de tratamiento del Centro Comercial Laguna Plaza”.

En los análisis realizados a las descargas de aguas residuales se verificó que los valores de nitrato, nitrógeno, detergentes y coliformes fecales exceden a los límites máximos permisibles para descarga de agua dulce. “Durante este mes se continuará inspeccionando el resto de centros comerciales en el trayecto de vía a la costa en la ciudad de Guayaquil”, aseguró Pablo Segale, director provincial del Ambiente de Guayas.
FUENTE

jueves, 3 de julio de 2014

Cuatro movimientos ambientalistas desarrollan su labor en ciudadelas del norte

El cuidado de los cerros, bosques y el estero Salado, así como la voluntad de crear conciencia en la comunidad sobre la importancia del medioambiente son los objetivos que se han planteado cuatro movimientos y organizaciones ecológicas con sede en el norte de Guayaquil.

Profesionales, artistas y estudiantes forman Cerros Vivos, Amigos del Estero, Árboles sin Fronteras y Fundación In Terris del Balandra Cruz del Sur, grupos que con labor de voluntariado y la autogestión defienden los escasos recursos naturales que hay en la urbe.

Árboles sin fronteras

Javier Pariente Bowen se encarga del cuidado del vivero de
especies nativas de Árboles sin Fronteras. Francisco Verni
 En el 2011, tres amigos que retornaron de un voluntariado de dos años en la organización Árboles sin Fronteras, en Argentina, iniciaron un movimiento ecológico en Guayaquil con el mismo nombre de la iniciativa argentina.

Su objetivo es proteger la flora nativa del bosque autóctono que predomina en la Costa y particularmente en Guayaquil. Para ello mantienen un vivero de árboles nativos en el cerro de El Paraíso.

También reforestan y recolectan semillas de árboles nativos y mantienen un programa de “padrinos”, que cuidan la planta hasta que logre cierta altura y pueda ser sembrada. Además dictan charlas de conciencia ecológica o de germinado.

“Nuestra labor es autosustentable en ideas y recursos, pero falta apoyo de la empresa privada para mantener el vivero y diversas actividades”, afirma Javier Pariente, quien junto a Natalia Roca y William Lucas fundó el grupo. Actualmente hay dos asesores para proyectos y entre 15 a 20 voluntarios.

Explica que entre los árboles del vivero están el ceibo, fernán sánchez, bototillo, amarillo, guasmo, acacia, samán y particularmente los pijíos, los que más cuidamos porque están en peligro de extinción.

Cerros Vivos

Miguel Matute, Julio Huayamabe, Mariuxi Ávila
y otros miembros de Cerros Vivos. Francisco Verni
“Somos una organización voluntaria sin fines de lucro que busca contrarrestar el déficit de áreas verdes naturales en Guayaquil y compartir conciencia como dice nuestro logo”, afirma Miguel Matute.

El movimiento Cerros Vivos nació hace algunos años gracias a los actores Mariuxi Ávila y su compañero Julio Huayamabe, quienes se reunían al pie del cerro El Paraíso para hacer eventos ecoculturales. Pero luego, un problema de tierras ocurrido hace unos dos años unió a los activistas que actuaban en forma aislada y de ahí en adelante Cerros Vivos abarcó más aspectos.

“Buscamos defender al bosque protector Cerro Paraíso, que tiene 299 hectáreas de área protegida que no entendemos por qué Guayaquil no los ve. Queremos que el guayaquileño sienta el cerro, participe de actividades como volar cometas, sembrar árboles, obras de teatro al aire libre, mingas de limpieza, senderismo por el cerro, experiencias que van creando vínculos con la naturaleza, pues el guayaquileño está acostumbrado a los centros comerciales, el ruido y las discotecas.

“El grupo incluye fotógrafos, biólogos, artistas, acuacultores, arquitectos, ingenieros, cada uno con sus trabajos y familias, y que cuando regresan a su casa se ponen el chip de Cerros Vivos.

Lastimosamente no podemos activar por el momento el 100% del tiempo”, señala Matute.

Destaca el éxito del uso de redes sociales para convocar a los festivales y actividades. “Tenemos más de 2.400 seguidores en Facebook y eso se replica. Lo que buscamos desde hace un par de años es abrir más el abanico y crear más actividades alrededor de estos festivales”.

Amigos del Estero

Mónica Solano, de Amigos del Estero,
junto a una planta de mangle en las riberas
del Salado, en la Kennedy.  Francisco Verni
Este movimiento nació en septiembre del 2010 con la iniciativa de recuperar el estero Salado, señala Mónica Solano, licenciada en Turismo y ecologista ambientalista, quien se enamoró del brazo de mar desde que llegó de su natal El Triunfo para emprender estudios universitarios.

Tenemos voluntarios que entran y salen, pero siempre fluctúan alrededor de diez personas. Además hay gente activa en redes sociales que comunican, ponen enlaces, comparten fotos, acuden a jornadas ecológicas o colaboran cuando pedimos donaciones”, asegura.

Señala que sus zonas de trabajo son La Playita del Guasmo, sector menos contaminado y donde se trabaja en turismo comunitario y ecológico, y en el denominado Bosque Protector Salado Norte donde se encuentra mucha basura y contaminación y no hay turismo.

Allí, los moradores de Urdesa Norte y Kennedy en su mayoría no saben de la existencia del bosque ni los beneficios del manglar, afirma.

Resalta que en este bosque hay un tramo que el Municipio regeneró, que se encuentra hacia la avenida Francisco de Orellana, pero hay otro que está abandonado, que va hacia la avenida Juan Tanca Marengo, pese a que todo el bosque es considerado área protegida.

“En otros países se han salvado y recuperado ríos y lagunas. No sabemos por qué no se puede hacer en el estero. La comunidad debe comprometerse más”, manifiesta.

In Terris y Balandra

Otra iniciativa ecológica que gana importancia porque involucra a la comunidad guayaquileña son las ferias Bona Terra, de la Fundación In Terris y el colegio Balandra-Cruz del Sur.

In Terris nació en el 2007 por iniciativa del comité de padres de familia del colegio Balandra Cruz del Sur, con el objetivo de promover el desarrollo rural sostenible mediante dos ejes de trabajo: la agroecología y el saneamiento ecológico, expresa Marco Fioravanti.

Queríamos canalizar las labores sociales y ambientales de la comunidad estudiantil en la ecología porque estamos convencidos de que se debe trabajar en las causas y no en los síntomas y que parte del problema actual es que no hay un desarrollo sostenible en el campo, lo que origina migración masiva a la ciudad y problemas sociales como inseguridad y desempleo.

Una de estas iniciativas es la Feria Bona Terra, un sistema comunitario de alimentos creado en el 2011, que integra a doce productores agroecológicos que mediante asesorías técnicas pasaron de usar plaguicidas y fertilizantes sintéticos a productos orgánicos y agroecológicos que producen en sus fincas, indica Luis Gustavo Viteri.

Los productores agrícolas expenden en la feria que se desarrolla en las instalaciones de la sección primaria del Balandra cada quince días, los sábados, evitan la cadena de intermediarios y logran precios aún más económicos que los de productos similares en los supermercados de la ciudad, porque se eliminan intermediarios y los productores venden directamente a sus consumidores.
FUENTE