lunes, 23 de enero de 2017

Ismael Zuloaga, el último heredero en el alquiler de botes


El guayaquileño Ismael Zuloaga desde hace 51 años
 alquila botes de remo en las orillas del estero
 Salado. Jorge Martillo Monserrate
Guayaquil, la ciudad del río y del estero, está habitada por personajes con oficios que se niegan a naufragar. Uno de ellos es Ismael Zuloaga Melgar, guayaquileño de 71 años, cuya vida ha transcurrido a orillas del estero Salado. Actualmente es el único que se dedica a alquilar botes de remo en el lugar.
El sábado anterior, Zuloaga estaba bajo una finísima garúa sobre el Malecón del Salado. Cuando el sol se atreve a brillar, también aparecen las personas que desean remar. Él los atiende, entrega los chalecos salvavidas y ayuda a embarcar.
Los botes que alquila tienen capacidad hasta para cinco personas. Si nadie del grupo sabe remar, por un dólar puede contratar los servicios de un remero. El alquiler del bote por media hora tiene un costo de $ 4. La atención de lunes a viernes es de 10:00 a 18:00; sábados, domingos y feriados de 10:00 a 19:00. Actualmente existe una flotilla de 15 botes. Unos son de fibra que por livianos y más rápidos los prefiere la gente joven. En cambio, los clientes de más edad o deportistas optan por los tradicionales de madera y hasta solicitan remos más pesados para que el ejercicio sea más exigente.
Cuenta don Ismael que su historia en el estero comenzó con su padre, Pedro Zuloaga, un carpintero naval que a finales de los cincuenta construyó un bote para averiguar si funcionaba el negocio de alquiler. Las riberas del estero eran el taller de su padre, que en un mes construía un bote. Utilizaba guayacán y guachapelí para la armazón, y las duelas, o sea el forro de la embarcación, eran de laurel. Actualmente la carpintería naval en madera está desapareciendo porque los nuevos botes son de fibra de vidrio.
Al inicio, su hermano Fénix alquilaba los primeros botes y luego él, que era un muchacho de 15 años. En aquella época se sumaron al negocio otros parientes, como su tío Cecilio, y este se convirtió para los Zuloaga en una tradición familiar. En aquellos años también se dedicaban a esta actividad Alfredo Lam, Timoleón López, Heleno Quinde, Alfredo Parrales y don Panchana, todos ya fallecidos. Entre todos formaron una flotilla de setenta botes.
Invito a los jóvenes a practicar el remo; a la familia a que disfrute de este espacio de recreación. Durante el paseo en bote podrán disfrutar de la flora y la fauna”.
Ismael Zuloaga Melgar, alquila botes
Los visitantes pueden disfrutar de los paseos
en bote por el Estero Salado desde las 10h00
Zuloaga evoca los años sesenta, cuando los fines de semana el Salado era un balneario que acogía muchísima gente. Comenta que durante los meses de invierno el calor era tan fuerte que la gente se bañaba hasta en la noche. En aquellos años funcionaban los restaurantes La Carpa, El Pío Pío y en la ciudadela Ferroviaria, El Barquito de Daniel Santos.
Durante las fiestas octubrinas, hasta los años setenta, se organizaban competencias de remo desde la fábrica de San Eduardo hasta el puente Cinco de Junio.
Zuloaga asegura que tanto era el auge del remo que por años se organizó un campeonato intercolegial. Siempre el campeón era el Vicente Rocafuerte, aunque la última edición la ganó el Ati II Pillahuaso.
A partir del 2004, cuando se inauguró el nuevo Malecón del Salado, Zuloaga con sus botes están en el actual muelle y desde que se inauguró la fuente luminosa, el público llega a alquilar botes al final de la tarde para tomarse fotos con esta de fondo.
Ismael Zuloaga, el último heredero de una tradición tan guayaquileña como nuestro estero Salado. (I)
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sábado, 21 de enero de 2017

En el Guasmo las aguas servidas caen en el estero

SEGÚN EL MUNICIPIO, EL 92% DE GUAYAQUIL TIENE COBERTURA DEL SERVICIO


Viviendas ubicadas al pie del estero Cobina descargan directamente los desechos líquidos sobre el espejo de agua. Foto: William Orellana / El Telégrafo
Las cooperativas Derecho de los Pobres y Pablo Neruda están asentadas cerca de canales y ramales del Salado.

Las familias de las cooperativas Derecho de los Pobres y Pablo Neruda, en el Guasmo Sur, mantienen deficiencias de alcantarillado sanitario desde hace 4 décadas. 

No muy lejos de estos sectores, en Las Esclusas, el Municipio de Guayaquil construye una planta para tratamiento de aguas residuales que receptará las recargas de aproximadamente un millón de habitantes del sur de la ciudad (Suburbio Oeste, Isla Trinitaria, Guasmo, entre otros). 

Por ello, para los habitantes de las cooperativas mencionadas, es básico que Interagua verifique que todos los domicilios de la zona estén conectados a la red sanitaria. 

En el caso de Derecho de los Pobres, hay una zanja en la que circulan desechos líquidos de origen doméstico. 

Mauro Suárez habita en este lugar, en la manzana 35, desde que se estableció como asentamiento popular, “cuando todo era lodo”. Para acceder a su vivienda, improvisó un puente con caña guadúa y algo de madera. Sus vecinos procedieron de igual forma.

 El servicio de agua potable llega a través de una delgada tubería de plástico, de color azul, que bordea el puente para evitar el contacto con el agua residual que circula casi tres metros más abajo del nivel de las casas. 

  Algunos de los domicilios están conectados a la red de alcantarillado mientras que otros descargan directamente en la zanja.

Suárez aspira a que Interagua se decida a construir un ducto cajón como ocurrió en sectores aledaños. “Sería la única solución para terminar con esta pestilencia”. 

Los habitantes afirman que la concesionaria viene ofreciendo una solución desde hace 5 años, pero no ha cumplido. 

Hasta el último trimestre del año pasado, el Cabildo sostuvo que el 92% de la ciudad contaba con alcantarillado sanitario y, para alcanzar el 100%, se comprometió a ejecutar obras en 13 parroquias urbanas. En este plan, además de la planta en Las Esclusas, se incluyó la rehabilitación integral del alcantarillado sanitario del Suburbio Oeste, mediante técnica robótica, sin perforar el pavimento y sin zanjas, para mejorar el servicio a 325 mil habitantes. 

 Sin embargo, en el sur de la ciudad aún no se corrigen las deficiencias en la red. Es el caso de la cooperativa Pablo Neruda, ubicada al pie del estero Cobina. Hacia el lado oeste del sector hay un pequeño ramal en donde el agua aparece de un tono verdoso y con hedor penetrante. 

Desde la orilla que bordea la cooperativa se observan las casas que descargan directamente los desechos líquidos en el espejo de agua. 

El problema es fácilmente detectable en las riberas de los esteros Salado, Mogollón, Del Muerto, Cobina y Puerto Lisa, donde habitan aproximadamente 34 mil familias. José Luis Peña, de 36 años, morador de la cooperativa Pablo Neruda desde hace tres décadas, admite que existe muy poca preocupación por el daño ambiental por parte de sus vecinos.

 En el sector, la red de alcantarillado llegó desde hace casi una década, pero no todos los domicilios están conectados. Peña se queja de que este proceso cuesta aproximadamente $ 200, lo que está fuera de su alcance. 

Cuenta que ha pedido apoyo a Interagua para que le realice la conexión y pagar el costo “en cuotas en las planillas”. 

Desde el jueves, este Diario solicitó a Interagua, a través de varios medios, información sobre las redes de alcantarillado sanitario de las cooperativas Derecho de los Pobres y Pablo Neruda, del Guasmo Sur y los controles que se efectúan en las zonas, pero hasta el cierre de esta edición no se recibió ninguna respuesta. (I)

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miércoles, 18 de enero de 2017

15 damnificados por el colapso de viviendas en la ribera del Estero Salado


Cerca de 15 personas quedaron damnificadas tras el derrumbe de 3 viviendas en la ribera del estero Salado, en el sur de Guayaquil. Las lluvias, el suelo inestable y material débil de las casas provocaron el colapso.

Ángel Montaño cuenta que vivía en el sitio con su esposa y 4 hijos y afortunadamente no resultaron heridos.

Al lugar llegaron delegaciones de entidades gubernamentales. Jorge Rubio, director distrital del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), dice que las casas se levantaron sobre suelo blando y húmedo, a la orilla del estero.

Las autoridades consideran esta zona como uno de los puntos vulnerables de la ciudad, sobre todo, en invierno.

En las próximas horas se pronunciará la Dirección de Riesgos del Municipio de Guayaquil.

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Tramo 6 del Estero Salado fue inaugurado por el Presidente Rafael

El Presidente Rafael Correa inauguró el tramo 6 del Parque Lineal del Estero Salado, ubicado en la Isla Trinitaria, en el suroeste de Guayaquil.

En medio del cariño de los habitantes, el Jefe de Estado recorrió parte de este tramo de 3,2 kilómetros y un área de 41.000 metros cuadrados, con el que se recuperó otra parte importante de la ribera del estero.

“Que bueno que podamos entregar este Parque Lineal, qué bonito que la gente tenga vista al Estero Salado. Antes habían casas sobre el agua que tapaban la vista y tiraban las aguas servidas al estero, hoy he visto agua más limpia pero todavía falta muchos por hacer”, dijo el Mandatario.

El Presidente señaló que esta obra y la recuperación del estero es responsabilidad municipal; sin embargo acotó que ante la desesperación de que no se atendía y se destruía la belleza de la urbe porteña, se decidió intervenir con el programa Guayaquil Ecológico.

El Mandatario también se refirió a la ausencia de áreas verdes que existe en Guayaquil, la que dijo tenía todo para ser una de la ciudades más bellas del mundo. “Se destruyó todo eso por el desorden urbano, se contaminó el Estero Salado, se poblaron los cerros, el río Guayas nunca se los aprovechó y a la Isla Santay nunca se la incorporó”.

Explicó que el Gobierno Nacional está empeñado en rescatar las bellezas naturales de la ciudad, a través del proyecto Guayaquil Ecológico,  que tiene tres componentes: la Isla Santay, el Parque Samanes y el Estero Salado.

La recuperación de este último, dijo, es el más duro y comprende la construcción de 41.2 kilómetros de Parque Lineal y la reubicación  de 3.478 familias.

Con el tramo 6 suman alrededor de 14 kilómetros de longitud de recuperación, con una inversión de alrededor de 23 millones de dólares.

Tan solo en el tramo 6 la inversión asciende a 4’238.000 dólares. Previo a la construcción de este tramo se realizó la limpieza de la ribera a un costo de 230.000 dólares y la reubicación de 64 familias.

Esta obra beneficia a las cooperativas: Mandela, Trinitaria Norte, brisas del Salado, 4 de Marzo, Madrigal, Independencia 1 y 2, entre otras.

La obra comprende 15 áreas para juegos infantiles, cuatro canchas de uso múltiple, 13 equipamientos biosaludables, 15 escalinatas con acceso al estero, camineras, 35 pérgolas, 203 bancas, alumbrado público y mobiliario urbano.

Estos espacios ahora son ocupados por cientos de personas, como Roxana Hurtado, quien expresó su satisfacción de contar con áreas de esparcimiento cerca de su vivienda. “Antes esto era lleno de basura y ahora que tenemos el parque estamos contentos porque los niños pueden jugar y la gente puede ejercitarse”.

Sus espacios favoritos son las canchas de uso múltiplo, en donde dijo puede jugar indor junto con sus vecinos.
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viernes, 13 de enero de 2017

Patrimonio pierde valor en el barrio del Salado

En la actualidad se observan viviendas históricas en completo abandono que son utilizadas por chamberos. 

Redacción Cultura

Patrimonio pierde valor en el barrio del Salado Una de las casas patrimoniales
 fue desmantelada por presuntos delincuentes porque está deshabitada.
Foto: Miguel Castro / El Telégrafo
 El barrio del Salado fue fundado, en los años 20 del anterior siglo, por familias acomodadas de Guayaquil. Su ubicación geográfica era considerada privilegiada por su clima fresco, dada la cercanía al estero Salado, que en esa época no estaba contaminado. 

En 2011, el entonces Ministerio de Patrimonio hizo la declaratoria patrimonial de la Arquitectura del siglo XX a 49 edificaciones construidas con estilos europeos, ubicadas en el lugar que es considerado uno de los más emblemáticos de la ciudad. Algunas de ellas, en la actualidad, lucen deterioradas y fueron convertidas en basureros y en escondites de personas para delinquir. 

Por ejemplo, el edificio Vihcar del Consejo de la Judicatura, situado en Tulcán y Luque, está abandonado y fue desmantelado por la delincuencia. Ahora sirve de guarida para los chamberos.

 En igual situación de descuido se encuentra otra casa patrimonial, que originalmente perteneció a la familia Roca, asentada en plena avenida 9 de Octubre y José Mascote. Ambas propiedades integran la lista de bienes inmuebles patrimoniales de la ciudad, en un circuito arquitectónico “producido entre 1911 y 1978”.

  
Lucho Mueckay, director de la Regional 5 del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), indicó que en cumplimiento al Acuerdo Ministerial # 234-2011 se implementaron varias gestiones encaminadas a la recuperación urgente de las viviendas, a través de un crédito de $ 5.000 y, además, se brindó asesoría técnica a los moradores. 

Sin embargo, la mayoría de los propietarios no tuvo ningún interés de recibir este beneficio, pues muchos se cambiaron de residencia y otros fallecieron. 


“A diferencia del barrio Orellana y la Numa Pompilio Llona, donde aceptaron el incentivo económico para hacer arreglos, en el barrio del Salado no hubo una buena acogida”, explica Mueckay, quien aclaró que son los dueños los que deben intervenir en las mejoras de la infraestructura por ser un bien particular. 

La arquitecta Heidi Anchundia, del INPC, asegura que durante cuatro meses visitaron el barrio e hicieron mesas de trabajo para explicar los beneficios de la declaratoria, pero “no hubo un deseo de participación”.

 A pesar de esa negativa, la casa de la familia Bucaram, ubicada en Tungurahua y Luque, fue restaurada. Actualmente funciona el Consulado de España. 

En la casa de la familia Cedeño Amador, en Esmeraldas y 9 de Octubre, se presentan obras en el Teatro El Altillo.

 Gustavo Rivadeneira, dirigente del Comité de Moradores del Barrio del Salado integrado por 2.632 vecinos, indica que la labor que hizo el INPC fue vigilar que no se sigan demoliendo casas patrimoniales y transformándolas en bodegas, galpones o tugurios comerciales. Sobre su acercamiento con el Municipio de Guayaquil,  Rivadeneira afirma que el alcalde Jaime Nebot atiende sus requerimientos y necesidades.  

Sin embargo, el dirigente expresa que en lo que no se ha logrado avanzar es en respetar el concepto de patrimonial, puesto que ciertos funcionarios municipales, por desconocimiento, consideran “que nuestro barrio no lo es”.  También hay edificaciones no  patrimoniales que fueron abandonadas, las cuales deben ser expropiadas, demolidas y, en su lugar, tendrán que edificarse áreas verdes y deportivas -que requiere el sector-, como consta en un pedido de los habitantes. 

Rivadeneira expresa que el departamento de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil debe asumir su responsabilidad y, basándose en el Cootad, tiene que actuar en materia del uso de suelo. “El barrio está sumido en mucho desorden y se está convirtiendo en un mercado negro de piezas para vehículos”, dice. 

La historiadora española María Luisa Laviana manifiesta que todo sector urbano o propiedad que pase de los 60 años de antigüedad, automáticamente pasa a considerarse patrimonio arquitectónico. “El barrio del Salado cumplió ya 88 años de antigüedad y debe ser orientado hacia el turismo y la cultura. Hace seis años apoyamos esta iniciativa y defendemos su declaratoria”, expresa Rivadeneira. (I) 


 Datos 

El barrio del Salado se comenzó a poblar en 1928. Sus primeros habitantes fueron las familias García Riera, García Domenech, Illingworth, Icaza, Bucaram, entre otras. 

En el lugar funcionan dos colegios centenarios, Vicente Rocafuerte y Rita Lecumberri, y los conservatorios Antonio Neumane, Manzano, Federico Chopin, el Museo Presley Norton y el Teatro El Altillo. 

Residieron varios expresidentes de la República, como Carlos Julio Arosemena Tola, Carlos Julio Arosemena Monroy, Juan de Dios Martínez Mera.

 Habitantes que promovieron la cultura: Guido Garay, el rescatista de la identidad montubia. También el historiador Carlos Calderón Chico y hasta la actualidad vive el historiador Ezio Garay Arellano, candidato al Premio Eugenio Espejo.

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lunes, 28 de noviembre de 2016

Turquía aporta 200 mil dólares para la recuperación del Estero Salado de Guayaquil

Proyecto Islas Flotantes en Estero Salado
Fuente de la imagen: Presidencia de la República 
El ministro del Ambiente (MAE), Walter García, informó que el país firmó un Convenio de Cooperación no Reembolsable con la Agencia Turca de Cooperación y Desarrollo Internacional (Tika), por 200 mil dólares. El funcionario dijo que esos recursos serán destinados a la ejecución del proyecto de implementación de las islas flotantes en el estero Palanqueado de Guayaquil, el cual forma parte del plan de “Recuperación de las Áreas Protegidas del Estero Salado e Isla Santay (Presis)”.

El Presis tiene como objetvio la restauración de hábitats, la reubicación de viviendas construidas en las riberas, el fomento de la participación comunitaria, el control de descargas domésticas e industriales, y el manejo integral del estero como área protegida.

El Secretario de Estado manifestó que este tipo de acciones reafirman las relaciones bilaterales entre los dos gobiernos. “Para nosotros es muy importante la apertura del gobierno de Turquía y su voluntad para destinar recursos a este proyecto. Les damos las gracias por haber acogido esta solicitud y estoy seguro de que esto va a contribuir a la recuperación del estero, espacio muy importante no solo para Guayaquil, sino para el país”.

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miércoles, 23 de marzo de 2016

Dia Mundial del Agua 2016 en Guayaquil

Agua sucia del estero fue llevada frente al Cabildo

Moradores de La Chala sacaron agua del estuario con baldes y
mostraron la existencia de coliformes fecales.
Foto: Karly Torres / El Telégrafo
EN LA CIUDAD, SEGÚN EL AYUNTAMIENTO, 40.000 CIUDADANOS VIVEN SIN EL SERVICIO

Los vecinos de La Chala y activistas piden al Municipio de Guayaquil que cubra el déficit de alcantarillado sanitario.

Tachos blancos y grises fueron descargados de un camión estacionado frente al Municipio de Guayaquil. Los recipientes estaban tapados.

Los transeúntes que pasaron en la mañana de ayer por el centro de la ciudad se detenían para conocer el contenido. Elementos de la Policía Metropolitana se acercaron al grupo de jóvenes y adultos que colocaban estos envases en el piso, pero luego se retiraron y observaron de lejos la acción.

Los protagonistas del reclamo fueron vecinos de La Chala y activistas ecológicos. La razón: mostrar al Municipio de Guayaquil la calidad del agua del estero Salado, en el Suburbio porteño. El líquido de los tachos tenía coloración oscura y mal olor.

Antonio Millán, vecino de Barrio Lindo (La Chala), denunció que esa es una muestra de lo que sufren las familias que residen a orillas del brazo de mar. “El estero está contaminado por la falta de alcantarillado. Nos cobran el servicio, pese a que es inexistente”.

El ciudadano denunció que la polución del cauce está originando problemas de salud a los niños del sector. “Enfermedades de la piel y también respiratorias”.

Washington Vera, morador de la zona hace 15 años, observó que uno de los problemas principales es la presencia de palos y plásticos en el espejo de agua.

Por su parte, Ronald Vallejo, del movimiento Compromiso Ciudadano por el Rescate del estero Salado, advirtió que hay altos índices de coliformes fecales por lo que pidió al alcalde Jaime Nebot que ejecute un plan de protección del estuario.

Adelantó que están desarrollando un estudio, con voluntarios, con el fin de mostrar cómo está el agua del estero. “Determinaremos el mpacto en la pesca. También probaremos que las dolencias gastrointestinales se dan por la falta de tratamiento de las aguas. Hay industrias que lanzan los desechos en el brazo de mar. Queremos que se sancione a las infractoras”.

Hasta el final del reclamo ninguna autoridad municipal atendió a los manifestantes. Un equipo periodístico de este medio de comunicación recorrió el sector, la semana pasada, y observó tuberías que vertían aguas sucias directamente al cauce. Actualmente, de acuerdo con el Ayuntamiento, existen 40.000 viviendas sin alcantarillado en el área de influencia del Salado.

sábado, 19 de marzo de 2016

Indignación !

Los proyectos INTEGRALES son una solución TOTAL (o al menos intentan serlo ) cuando los actores están bien identificados y cada uno es decir TODOS cumplen su parte.

Mientras el gobierno ha invertido 143 millones, el Municipio de Guayaquil e Interagua dicen que 40 mil personas que no tienen dinero para pagar la conexión de sus aguas servidas con el sistema de Interagua son los culpables. Cuánto cuesta una de esas conexiones?.

Porqué hay que esperar tanto y que las cosas se pongan graves para que una razón de tipo "billete" que sabemos Municipio e Interagua tienen, sea la que impide mejorar el estero, al menos en este tema de contaminación.


Resulta que la ley impide que dinero publico se use para pagar esas conexiones. Sin embargo, cuando se trata de construir fuentes de colores y aguas putrefactas pero danzarinas, el municipio llama a sus fundaciones, que cuando conviene son privadas o son municipales, para construirlas. Porque solamente ahora, cuando se ha puesto el dedo en la llaga es que van a buscar una manera de financiar estas conexiones.

Por otro lado el gobierno tiene fondos para re-ubicar miles de familias pero podría también tenerlo para hacer estas conexiones y DESBLOQUEAR este problema de indolencia de parte del municipio y de Interagua.

La ley impide pagar algunas cosas con dinero publico, pero POR FAVOR, aquí no se trata de cumplir o no la ley, aquí se trata de ser COHERENTES con lo que se dice, con lo que se proyecta, con lo que se convierte en un DESEO ciudadano a golpe de insistir e insistir sabatinamente en su necesidad y pronto cumplimiento.

Realmente en lo personal estoy indignado de la manera en que un tema grave como es la DESTRUCCIÓN del Estero Salado, no se lo tome seriamente y definitivamente. Sigue el Estero "Salado" pero salado en su suerte!!

José Delgado Mendoza

Plan del gobierno para recuperar brazo de mar en Guayaquil se frena porque Municipio y empresa privada no hicieron su tarea

La desidia de las autoridades municipales en
las últimas décadas llevaron al estero Salado
 a tal nivel de contaminación que se hace imposible
 la vida en este espejo de agua. Fotos: César Muñoz/Andes

La meta que se había trazado el gobierno de Ecuador para recuperar el estero salado, un extenso brazo de mar que atraviesa la ciudad de Guayaquil, de sur a norte, podría truncarse debido a la inacción de la empresa privada Interagua, a la cual el Municipio de la ciudad encabezado por el alcalde Jaime Nebot le concesionó la provisión del servicio de agua potable y alcantarillado para controlar la descarga de desechos residuales de las viviendas asentadas en la ribera.

Pese a que la competencia es del Municipio, a través de Intergua, el gobierno emprendió trabajos de oxigenación y remoción de sedimentos en varias zonas del estero, sin embargo, existen unas 40.000 familias que ante la falta de alcantarillado lanzan aguas servidas en el estero.

“Hemos pedido en reiteradas ocasiones que el municipio e Interagua cumplan con su deber, que completen la red de alcantarillado sanitario. Han hecho caso omiso, incluso engañan a la población diciendo que tienen 100% de cobertura pero es mentira. Tenemos cañerías desfogando en el Estero Salado, eso es un delito ambiental y hemos dicho a Interagua que deben hacer su tarea o enfrentar consecuencias legales”, dijo este viernes el presidente Correa.

El mandatario advirtió que la situación es un problema ambiental por lo que urgió al Cabildo a cumplir con su tarea pues "no han hecho lo suyo" y ya se ha esperado "demasiado tiempo".

Panorama deprimente

El panorama es deprimente. Lo que hace décadas fueron ramales por donde navegaban pescadores y trabajan recolectores de moluscos hoy no son más que depósitos malolientes de desperdicios.

El emblemático estero Salado presenta dos caras. En unos tramos como en la zona del malecón de la Ferroviaria (centro-norte) presenta un llamativo aspecto, pero en otros, especialmente en el sur y suroeste, denota un deplorable estado de abandono y extrema contaminación producto del histórico crecimiento desordenado de la ciudad.

En el sector de las calles 18 y Domingo Savio, en el Suburbio Oeste de la urbe porteña, el panorama es desolador. Aguas verdosas mezcladas con materiales de construcción y desechos de todo tipo se confunden en medio de viviendas situadas en sus orillas.

El problema se agrava por la poca colaboración de los propios moradores de la zona, así como la deficiente recolección de desperdicios, que corresponde a la autoridad municipal.

“Aquí no hay alcantarillas. No tenemos ni agua solo apenas en la noche, pero pagamos por el servicio”, revela Jhonny Cuero, morador de esta zona.

“Antes no era así el agua era más limpia, ahora nuestros niños se enferman de diarreas y enfermedades en la piel. Hay días que no se aguanta el olor”, cuenta Francisca, quien tiene más de 12 años viviendo en la zona y confiesa que tiene un pozo séptico para sus aguas servidas pero paga por el alcantarillado sin tener ese servicio.


Vestigios quedan de lo que fueron viviendas
ubicadas sobre el estero por el sector de
El Cisne (suroeste).
Para rescatar este espejo de agua, que hace más de seis décadas fue el único balneario de agua salada para el disfrute de los guayaquileños, el gobierno nacional emprendió en un inédito programa de remediación, en el marco del megaproyecto denominado Guayaquil Ecológico para devolverle las áreas verdes a esta ciudad, una de las más críticas del país en cuanto a espacios de recreación.

El proyecto Guayaquil Ecológico tiene tres grandes componentes que son: construcción del parque Samanes, uno de los más grandes de Latinoamérica; rescate de la isla Santay, ubicada frente a Guayaquil; y la recuperación del estero Salado.

Para este último componente, el Ejecutivo informó que ha invertido 143 millones de dólares en tareas como recuperación de riberas con la reubicación de familias asentadas en esa zona, despeje de áreas de estrangulamiento del estero para el ingreso y salida de la marea, protección del manglar, construcción de parques lineales a lo largo de las riberas, capacitación de habitantes sobre conservación ambiental, entre otras acciones.

Esta titánica labor, de acuerdo al cronograma de trabajo, se haría en coordinación con el Municipio de Guayaquil, a fin de que se erradiquen para siempre las descargas de aguas servidas hacia el estero y se haga una recolección eficiente de los desperdicios.

Sin embargo, la autoridad local no cumplió con su parte de la tarea y en un último muestreo que realizó la autoridad ambiental nacional se determinó que aún persiste alto grado de contaminación por descargas, debido a la falta de redes y deficiente sistema de alcantarillado sanitario, que permite que se mezclen las aguas residuales con el alcantarillado pluvial que va a descargar al estero.

El presidente Rafael Correa deploró, este último sábado en su habitual informe de labores, esta omisión y responsabilizó a la empresa Interagua y al Municipio local por no dotar de un adecuado servicio de alcantarillado a la comunidad y postergar las acciones para descontaminar las aguas del estero.

“Probablemente Interagua es una gran empresa, pero su responsabilidad era tener alcantarillado con eso podríamos descontaminar el Estero Salado, y siguen botando las aguas servidas al Estero Salado por falta de alcantarillado”, expresó el mandatario al recordar que el problema viene de hace décadas pero recalcó que durante los últimos 20 años de administración socialcristiana “no movieron un dedo para descontaminar el estero Salado”.


Una ave se resiste a abandonar lo que
fue su hábitat.
Daniel Ortega, ministro del Ambiente, ratificó lo citado por el jefe de Estado y presentó resultados de un estudio realizado el 2015 por esta Secretaría en distintos puntos del estero para determinar el grado de contaminación que persiste en este brazo de mar, pese a las tareas de salvamento realizadas por el Ejecutivo.

El MAE cuantifica que 9 de cada 10 puntos observados a lo largo del Salado incumplen con la norma ambiental de descargas de coliformes fecales en el agua. Las muestras se tomaron en las redes de alcantarillado pluvial y en el estuario.

En promedio, indicó el ministro, se supera 80 veces los niveles establecidos en la normativa ambiental vigente. También se evidenció que continúan los lugares en donde las aguas residuales son descargadas directamente en el brazo de mar, en canales y zanjas de la red pluvial.

Una zona considerada crítica es en el estero La Rana, en el suroeste de la urbe porteña, donde se supera 800 veces el nivel de contaminación.

“Ingresaremos una solicitud al Consejo Nacional de Competencias para que pueda examinar la ineficiencia del servicio prestado”, enfatizó Ortega, al tiempo que advirtió de acciones legales que iniciará la autoridad ambiental por este daño a la naturaleza.

Algunas conclusiones del estudio

Los resultados de análisis de los monitoreos realizados en el estero Salado indican que existe una contaminación por aguas residuales domésticas, debido que hay un alto grado de contaminación por coliformes fecales y coliformes totales. “De los 60 puntos monitoreados en el estero, 54 de estas se encuentran fuera del límite máximo permisible del criterio de agua para fines recreativas de la normativa ambiental, es decir que esta agua del estero no es apta para buceos, natación y baños medicinales”.

Añade que al existir una alta concentración de desechos orgánicos, los cuales se descomponen por bacterias aeróbicas (consumo de oxígeno), la proliferación de bacterias agota el oxígeno, provocando que los organismos acuáticos y otros seres vivos que necesitan del oxígeno ya no puedan subsistir.

Además, se visualiza que en ciertos tramos del estero se presentan parásitos nematodos intestinales, que pueden transmitir enfermedades como el cólera, tifus, gastroenteritis diversas.

Deficiencias y postergación de red de alcantarillado

Según las cifras que maneja la Cartera de Estado, existen más de 30.000 predios que no cuentan con redes de desfogue pluvial en el Suburbio Oeste, isla Trinitaria y Guasmo (sur). Mientras, en La Chala, existen 65.000 personas que viven sobre un alcantarillado defectuoso.

En febrero pasado, la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) anunció que el cantón posee 100% de red del servicio en el área de influencia del estero Salado.


Las descargas domiciliarias persisten en el estero
Salado, a la altura del puente de la A, en el suroeste,
ante la falta de controles municipales.
No obstante, reconoció en esa oportunidad que hay 3.200 predios en la isla Trinitaria (en el sur) que recién este año contarían con conexiones intradomiciliarias. También reveló que hay 10.000 usuarios más (del Guasmo y la Trinitaria) que depositan las aguas al Salado, indirectamente, por filtración de pozo séptico.

La obra, anunció la entidad, estaría lista para el próximo año. Adicionalmente, este año se iniciará la rehabilitación de 65.000 conexiones intradomiciliarias del Suburbio Oeste.

“Aquí hay responsabilidades políticas de parte del alcalde (Jaime Nebot, socialcristiano) y de parte de la empresa municipal al postergar obras e inversiones, pero también de parte de la dirección ambiental del Municipio y de Interagua que tenían que controlar y monitorear esas descargas”, aseguró el ministro Ortega.

Este martes, Emapag e Interagua, mediante un comunicado, indicaron que en los últimos 8 años que recibieron la competencia del alcantarillado sanitario se ha dotado de la red a 800.000 habitantes, aunque reconoció que 40.000 no se han conectado a la red pública “por no poder sufragar los costos de dichas conexiones”.

Estas entidades señalaron que conseguirán el financiamiento para completar esa tarea, cuya inversión será recuperada a largo plazo
Fuente: ANDES