viernes, 19 de agosto de 2011

El fin de semana se empezará a ubicar pilotes en puente de la A

Gran parte del puente de la A está demolida, ya se alistan las
estructuras de hierro para fundir pilotes.
A dos meses del inicio de las obras de desmontaje del puente Pío López Lara o también conocido como de la A (se cerró el pasado 13 de junio), ya casi se ha removido todo el tramo oeste-este del viaducto y se avanza en el carril contiguo.

Ese lado del puente se desmontará con dos grúas Dolly desde cada extremo de las orillas, mientras que los tramos del centro se retirarán con un lanchón desde el estero Salado, el cual permitirá su traslado.

Se terminarían de retirar las vigas en unos quince días, las cuales se transportarán hasta la cantera del Municipio, ya que en el campamento de la obra hay poco espacio libre.

Terminada esta etapa se iniciará la de extración de las pilas del viaducto.

Simultáneamente se avanza con la demolición de los antiguos pilotes de la estructura. El avance de este trabajo ya se evidencia del lado que está junto a la cooperativa Cisne II.

Para la colocación de los nuevos pilotes se rellenó parte de las orillas, debido a que tendrán una ubicación distinta a los anteriores.

Ya están armadas las camisas de acero de los 20 pilotes que compondrán las cuatro pilas del nuevo puente. Cada pilote tendrá una armadura de tres cuerpos, que tendrá una longitud total de entre 42 y 44 metros.

El viaducto tendrá pilotes prebarrenados, colocados con unas grúas desde una barcaza, que primero colocará las camisas de acero de 1,60 metros de diámetro, después pondrá la armadura y el espacio interior se rellenará con concreto. Se prevé que esa fase dure entre dos y tres meses.

El miércoles pasado llegó una máquina barrenadora, que clavará los pilotes. Este equipo empezará a funcionar este fin de semana.

Según el director de Obras Públicas, Jorge Berrezueta, los trabajos están adelantados con respecto a lo previsto en el cronograma entre el Municipio de Guayaquil y la contratista Manuel Velasco.

La obra tiene un plazo de trece meses y se entregaría en julio del 2012.

Tendrá 144 metros de largo y 21 de ancho, cuatro carriles de circulación y una ciclovía . En su diseño destacará un arco metálico decorativo.

El costo referencial de la construcción del nuevo puente de la $ 4’875.761.

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jueves, 18 de agosto de 2011

Primer año de proteger el estero

El próximo evento será en septiembre

Imágenes de las jornadas artísticas y de limpieza
que se han desarrollado en la ciudadela Kennedy.
Imágenes de las jornadas artísticas y de limpieza que se han desarrollado en la ciudadela Kennedy.
El 3 de septiembre será la octava jornada ecológica que organizarán los Amigos del Salado para beneficio de la ciudad y aprovecharán para celebrar su primer aniversario de creación.

Los Amigos del Salado es un grupo que recorre Guayaquil en busca de familias de barrios que puedan hacer la labor de reciclaje y evitar que se contamine el estero Salado. En el caso de no estar en un barrio cercano al estero, igual se realizan reciclajes y mingas para mantener limpio el sector donde residen.

Mónica Solano, presidenta del grupo, explica que surgió como una necesidad para concienciar a las personas de no botar basura, colaborar en su comunidad y ser entes activamente solidarios y responsables con la naturaleza. “Eloy Velásquez y yo decidimos involucrarnos con este grupo, en la actualidad somos 20 personas” comenta.

El 3 de septiembre en el parque protector de la ciudadela Kennedy Norte, avenida Luis Orrantia, se iniciará la jornada ecológica, donde habrá danza, baile, juegos y charlas, desde las 09:00. La entrada es gratuita; está previsto que el programa termine a las 19:00.

Uno de los objetivos de ese día es que se pueda identificar a cada árbol que hay en la zona, con la ayuda de un biólogo que estará presente.

Uno de los problemas es que el parque protector de Kennedy Norte se ha convertido en los últimos años en cementerio de mascotas, según Mónica. Está desolado y nadie hace nada para protegerlo.

Asimismo, se está gestionando para poner un guardabosques en el parque. Solano ha conversado con Tyrone Portero, presidente del Comité de moradores de Kennedy Norte, para que se puedan instalar tachos de basura, pero sin conseguir respuesta favorable hasta el día de hoy, asegura.

Eloy cuenta que, junto a Mónica y los pintores Renato Méndez y Wilson Quichimbo pintaron una obra en el lugar, tratando siempre de animar a otros artistas y al público a valorar lo bello que tienen cerca y lo importante que es cuidarlo y preservarlo. “Estamos por hacer nuevamente otras tres pinturas y posiblemente montar una exposición en el sitio”, añade.

Al igual que Eloy y Mónica, los chicos que se han unido al grupo quieren que se proteja al estero Salado mediante una oxigenación, pero no como la que hace el Ministerio del Medio Ambiente desde afuera hacia dentro, lo que Solano busca es lo contrario, de adentro hacia afuera. Para ello ha conversado con profesores de la Universidad de Guayaquil, pues se requiere de dinero y planificación.

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“Estoy desde el principio con esta buena causa, pero por motivos de trabajo no puedo ayudar en todo”.
María Lidia Flores
Colaboradora

domingo, 7 de agosto de 2011

El Estero Salado se resiste a morir

Víctor Haz, Guayaquil

Mujeres que lavan a puño la ropa en tinas de plástico, pescadores que retornan de sus faenas en frágiles canoas, chicos que hurgan entre el lodo como si buscaran algún “tesoro”, chamberos que recogen basura en las orillas...
Estas imágenes matizan el Guayaquil suburbano que nace en el estero Salado, el estuario que hasta la década del 60 era un remanso de distracción y de vida natural, pero que los asentamientos informales le ganaron espacio. Ahora, en algunos ramales se asfixia por la contaminación, pero en otros parece resucitar.

El abandono

Al iniciar el recorrido desde el sur (la Trinitaria) son comunes las casas de caña o de construcción mixta, sostenidas por palos o delgados pilares de cemento sobre las orillas. Allí miles de familias hicieron su hogar en medio de deficiencias de servicios básicos, como ocurre en la Trinitaria y el Cisne, en el sur.

Las aguas son negras y emana olores pestilentes, la basura navega por el cauce al vaivén de la marea; en las orillas, las ratas se pasean entre las piedras y el lodo hasta encontrar una madriguera. Allí los moradores cohabitan indiferentes ante la insalubridad y la pobreza.

“Vivo en la Trinitaria desde hace veinte años, cuando aquí no había cómo poner un pie porque era puro lodo y a punta de machete eliminamos el monte. Estamos mejor que antes, porque el sector está rellenado”, comenta Sara Caicedo, de 45 años, mientras permanece sentada sobre un desvencijado banco de madera, de espaldas al ramal.

En el sector del Cristo del Consuelo (puente de la A) cuatro canoeros cobran veinte centavos a los moradores para llevarlos de una orilla a otra, aprovechando que a unos cien metros se construye un nuevo puente, en reemplazo del anterior que ya acusaba severos daños en su estructura.

“Desde las 05:00 hasta las 08:30 se mueve harta gente, como están construyendo el puente entonces no hay buses, por eso usamos las canoas”, dice Jorge Moreira, quien vive en las calles Décima y la C. Para él el servicio es útil, pero lo considera caro, ya que la embarcación solo recorre cincuenta metros para pasar de una orilla a otra.

Pero Jacinto Núñez, uno de los canoeros, replica al señalar que tienen que comprar a diario dos galones de gasolina y aceite para el bote y que la mayoría de la gente no reclama.

Este hombre, de menuda contextura y con el rostro quemado por el sol, recorre en su canoa con alguna dificultad, pues tiene que evadir los plásticos, llantas viejas, botellas y palos viejos. “Cuando baja la marea es más complicado porque en algunos tramos no hay mucho fondo por el lodo y la basura”, sostiene Núñez, quien calza unas botas de caucho verde y un chaleco salvavidas. A unos cien metros trabajadores de la empresa Visolit se transportan en una lancha recogiendo la basura que flota en el estuario.

Siguiendo el recorrido hacia el norte, en 4 de Noviembre y la 24, el estero parece muerto: el agua está inmóvil, es negra con alguna tonalidad blanquecina a verdusca y la fetidez es insoportable. “Al fondo hay gente que bota basura, animales muertos y agua puerca al estero”, asegura Humberto Rizzo, morador de la calle 24, donde tiene también un taller de carpintería desde hace 15 años. En el lecho semipantanoso una garza ensucia su largo pico para escarbar el lodo en procura de alimento.

En esta parte el estero luce angosto, con algo más de diez metros de lado a lado, pero el crecimiento urbanístico es notorio, pues las calles están pavimentadas y las casas  son de construcción mixta. El ruido de los motores de cientos de vehículos que transitan por el sector es más intenso al mediodía y en la tarde.

13 toneladas de basura recoge a diario la empresa Visolit, contratada por el municipio desde 2009, tanto en el cauce como en las orillas del  estero Salado.

63 millones de dólares es el costo del proyecto de recuperación del estero Salado, a cargo del ministerio de Ambiente, dentro de la iniciativa Guayaquil Ecológico.

16 embarcaciones y 57 trabajadores de la empresa Visolit recorren el estero, desde la isla Trinitaria hasta el puente de Portete y de la calle del mismo nombre al norte.

El cambio

Desde el puente de la calle Portete al norte, el panorama cambia: el agua ya no es negra, pero es turbia; por el costado derecho se observan en hileras decenas de palafitos (casas sostenidas por pilares sobre el estero).

El mal olor del agua ahora es más salitroso. El mangle se fortalece, aunque entre sus nudosas raíces se enredan restos de fundas y botellas plásticas y trapos desgastados.

Aguas arriba se encuentra el puente peatonal que une al suburbio con el estadio Monumental. A la altura de las calles 32 y Medardo Ángel Silva, las casas lucen pintadas con colores fríos. En ese momento llega Anthony Cedeño Plúas (9 años). Tiene una piola de nylon y en breve se dispone a pescar. Dice que no le tiene miedo al estero; “vengo a nadar con mis amigos y soy rápido, en el barrio me dicen “Chalaco”, expresa.

Junto a él, Lucas Suárez (15 años) manifiesta que cuando sube la marea el agua inunda las casas de la orilla, pero es peor en época de aguaje. “En carnaval se inunda hasta la calle Capitán Nájera (dos cuadras desde el Salado)”, acota.

Desde el puente de la calle 17 las casas tienen vivos colores y hasta la calle Aguirre un largo paseo anillado con bancas y portones de acceso a siete calles del suburbio bordea las viviendas.
 Lupe Santana (60 años) y su esposo Guillermo Carrión (67 años) escogieron este lugar para distraerse. Sentados cerca del portón del callejón Décimo y Federico Godín observan el estero acariciados por la brisa vespertina.

“Todas las tardes paseamos acá, a mi esposo y a mí nos ayuda en la salud; a él le dio trombosis y ambos somos hipertensos”, menciona doña Lupe, mientras señala a su cónyuge sentado sobre su silla de ruedas.

En las calles Octava y 10 de Agosto está doña Angélica. Nos advierte que cerca del puente de la 17 “roban bastante”. Los colores rosado, verde, celeste, turquesa y durazno son los más notorios en las viviendas. “Todos los años antes de las fiestas de julio el municipio pinta las casas que están en las orillas”, sostiene Angélica.

En el portón de la calle Leonidas Plaza y Clemente Ballén cinco adolescentes ensayan una coreografía al ritmo de reggaetón. Kevin Reyes (16 años) dirige al grupo; es delgado y de baja estatura. “Nos vamos a presentar en un festival en la Trinitaria y ya preparamos algunos bailes”, asevera el joven bailarín,  que seca el sudor con su camiseta.

El recorrido termina en la calle Aguirre, donde se halla la plaza de la Música, cuya explanada tiene forma de guitarra. Aquí termina el Guayaquil suburbano y empieza otro. El del centro y noroeste, que nace en el malecón del Salado, pero esa es otra historia.

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miércoles, 3 de agosto de 2011

Canoas, la oferta creció bajo el Puente de la A

Medio de transporte por el estero

Ya son ocho las que operan entre el Cristo del Consuelo y el cisne 2; con un precio de ¢15 de 5:00 a 18:00

Desde junio pasado el Cristo del Consuelo y el Cisne 2 quedaron desconectados debido a los trabajos de reconstrucción del Puente de la A, que pasa sobre el Estero Salado, a la altura del Suburbio Oeste de Guayaquil. Las canoas son ahora el medio de transporte más utilizado por los habitantes de ambos sectores; las ganancias económicas del servicio han disminuido, debido al incremento de su oferta.

Cuatro fueron las embarcaciones que comenzaron a trasladarse de un lado a otro del brazo de mar, pero actualmente la cifra ascendió a ocho, según Manuel Franco, quien se identificó como uno de los pioneros en este negocio. "Como nos estaba yendo bien, siempre salen los remedones", agregó.

Carlos Caicedo, otro transportista, indicó que "hasta hace unas tres semanas" movilizaban aproximadamente a 700 personas diarias, pero "como ya hay más canoas ya no llegamos ni a 500", dijo.

El precio por pasajero es de ¢15 de 05:00 a 18:00; superado este período, la tarifa asciende a ¢50. Al respecto, Leticia Martillo, moradora del Cristo del Consuelo, manifestó que la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos (Dirnea) no debió impedir la construcción del puente flotante que se estaba emprendiendo en la zona, pues "era más barato y más seguro, al menos para las viejas como yo", precisó.

Esa obra era ideada y ejecutada por varios de los habitantes afectados por el cierre del puente; su paso implicaba la cancelación de ¢10, con excepción de niños y estudiantes.

Quienes prefieren utilizar el transporte urbano como Susana Quimis, manifestaron que a pesar de que la afluencia de pasajeros no es la de antes "no se puede decir que los buses circulan vacíos".

Además, a partir de la transportación mediante canoas han surgido nuevos negocios relacionados. José Anchundia, comentó que está dedicado a pulir y a tapar las rendijas de varias de estas embarcaciones, esto hasta "que pueda encontrar algo mejor", dijo.

Anchundia vive a la orilla del Salado; junto con ocho familias más está a la espera de ser reubicado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI), pues su casa de caña está asentada cerca de la construcción del Puente de la A.

Tanto sus vecinos como él no han podido cambiar el piso de sus casas desgastado por los aguajes, porque "nos están diciendo que ya nos van a cambiar, y que para qué vamos a gastar plata", dijo.

Cristóbal Cruz, director del Miduvi, señaló que ya comenzó la construcción de 6 bloques habitacionales en el plan Socio Vivienda, lugar donde serán reubicadas. El proyecto incluye 192 departamentos. (DVQ)

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martes, 2 de agosto de 2011

Puente de Las Monjas estará listo a principios de 2012

El plazo de entrega de la obra sería para el 26 o 28 de enero entrante, según el cronograma de trabajo.

El director de Obras Públicas del Municipio de Guayaquil, Jorge Berrezueta, afirmó este martes que la reconstrucción del puente de Las Monjas, al norte de la ciudad, se concluirá en el plazo previsto, es decir, para fines de enero del 2012.

Señaló que si bien existe un ligero atraso en la hincada de los 22 pilotes que requiere el puente, éste no afectará el cronograma de entrega de la obra. “Es difícil tener un avance como uno quisiera en la zona donde se encuentra el puente, porque los trabajos son regulados de acuerdo a la marea, y no se puede tener un trabajo continuo. Se trabaja una jornada en la mañana y otra en la tarde y, de paso, muy temprano en la mañana o muy tarde en la las últimas horas del día”, explicó.

Berrezueta ratificó que el plazo de entrega de la obra sería para el 26 o 28 de enero entrante, según el cronograma de trabajo.

Diciembre: apertura de un carril para circulación vehicular

Según Berrezueta, se está estudiando la posibilidad de abrir en diciembre uno de los carriles del puente a la circulación vehicular que va de Urdesa a la Av. Carlos Julio Arosemena, con el fin de aliviar el tráfico de ese sector.

“Se está revisando los informes pertinentes para confirmar esta posibilidad”, reveló.

Los trabajos de pilotaje en la reconstrucción del puente Las Monjas, al norte de la ciudad, comenzaron a partir de la última semana de mayo.

La obra está a cargo de la contratista municipal Pilotes Franki y se tiene previsto su conclusión, según el cronograma de trabajo para esta etapa, para fines de septiembre próximo.

El puente de Las Monjas, que conecta a Urdesa central con la av. Carlos Julio Arosemena, tiene una longitud de 100 metros y 14,50 m. de ancho, con dos carriles, más 1.40 m. de acera peatonal por cada carril.

Hasta la fecha se han perforado 7 pilotes sobre el lecho del estero de los 22 pilotes de concretos armado de 600 mm. de diámetro que se hincarán de 32 a 34 metros de profundidad.

El puente tiene 4 pilas y dos estribos, de las cuales se deben colocar parte de la pila 2, que sostiene el carril del lado norte, con una longitud de 7.50 m., y la 3, de 15 m., sobre la que van los dos carriles. En esta pila es donde se han colocado ya los 7 pilotes.

Sobre las pilas van 20 vigas de 19,95 m. de largo, en las que se asientan las losas o tableros que conforman al puente. Los trabajos culminarán con el asfaltado integral de los dos carriles.

Obra general de reconstrucción 

La obra general de reconstrucción del puente de Las Monjas consiste en el reforzamiento y nivelación de dos de sus pilares que han cedido debido a un asentamiento periódico propio de la zona del Estero Salado donde está construido.

El trabajo incluye el control con equipos de nivelación, especialmente en el área de la pila 3 y de la pila 2, con pilotes prebarrenados y alzada de vigas y losa. Para el efecto se construirán vigas de rigidación y bloques de alzado.

Los trabajos de recuperación están a cargo de la compañía Pilotes Franki, que se adjudicó el contrato del Cabildo por 609.858 dólares.

Regeneración urbana

Una vez concluida la reconstrucción del puente, se tiene previsto la renovación con pintura y refacciones de toda la zona regenerada que circunda al sector, incluido el monumento a la Iguana, especie faunística característica del Estero Salado, que se encuentra asentada en el sector.

Con la regeneración urbana, el puente se modernizará en su estilo, respetando el contorno natural donde está asentado. Se colocarán tubos de acero asemejando los mangles a cada lado, conjuntamente con pasamanos y mamparas transparentes que permitirán apreciar el paisaje a los peatones.

Respecto al monumento a la Iguana, ubicado en el exterior del centro comercial Aventura Plaza, se construirá una plazoleta de puertas abatibles de que permitirán integrar al monumento con el paisaje de la regeneración urbana desplegado alrededor del viaducto.
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lunes, 1 de agosto de 2011

Se estrenó regeneración en las riberas del estero Salado

Calles adoquinadas, casas pintadas, bordillos a lo largo de varias cuadras, fueron parte de las obras de regeneración urbana que entregó ayer el alcalde Jaime Nebot, en la parroquia Febres Cordero, al noreste.

Como parte de los trabajos también se intervino el mobiliario urbano y se construyó el sistema de alcantarillado sanitario, en las riberas del estero Salado, desde el puente Barcelona hasta el puente Patria.

Sin embargo, Julieta Yuxán, de 46 años, quien vive hace 20 en las calles Brasil y la 36, destacó que en su vivienda los trabajos quedaron inconclusos.

El techo está destruido y no se culminó el cerramiento. “Los de la Dirección provincial de Obras Públicas pusieron en Gómez Rendón techos, aquí también a mi vecina le pusieron uno. Pero a mí hasta me pintaron la casa sin enlucir y se ve feo... Los contratistas no han cumplido con todo”, reclamó.

No obstante, para Beatriz Méndez, de 53 años, la regeneración le “cambia la cara a la ciudad” y hace que los moradores se sientan motivados.

“Soy de Tungurahua y vivo en Guayaquil desde hace 30 años. En la administración del alcalde Nebot he podido ver cómo se preocupan por la gente e invierten en ellos”, señaló.

La inversión en este sector asciende al millón y medio de dólares y se concluyó en aproximadamente seis meses.

Nebot también anunció que la próxima semana se entregarán trabajos similares desde el puente Patria hasta Portete y hacia el estero. Aquí ya ha avanzado la pintada de las viviendas y la obra está parcialmente terminada.

“Las casas de caña fueron transformadas en cemento, pintadas de colores vivos y con alcantarillado, no solo complementando la calidad de vida de los que viven aquí sino en el área paisajística viendo desde la otra orilla del estero”, dijo.

Nebot mencionó que se trabaja en el parque lineal que tiene 3.5 km de extensión, donde hay juegos de agua, canchas deportivas, locales de comida, que van desde el puente de la 17 hasta la av. Barcelona, y del puente Patria a Portete. Se prevé que esté terminado a fines de año.

Asimismo dijo que en este año empezará la regeneración del puente Portete y la reconstrucción de la avenida Rodríguez Bonín, que va hacia la vía a la costa, pero toda la obra finalizará en el 2012.

El Alcalde aprovechó para recalcar que de cada dólar que ingresa a las arcas municipales se destina $ 0,85 a la obra pública. También informó que no subirá los impuestos.

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Jóvenes en rescate del estero Salado

Foto: Alfredo Piedrahíta
Habitantes de la Isla Trinitaria disfrutaron de una mañana
entretenida, llena de enseñanzas.
Una jornada artística, que incluyó presentaciones musicales, la exposición de artesanías y la decoración de murales, fue la que se vivió ayer en la cooperativa Independencia 2 de la Isla Trinitaria.
El evento, que fue organizado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y la Corporación Red Arborizadora Campo y Progreso (Cracyp), tuvo como propósito incentivar el cuidado del medio ambiente.
Jazmín Gamarra, técnica del proyecto ‘Los jóvenes guayaquileños promoviendo la participación comunitaria y la recuperación del estero Salado’, señaló que otro de los objetivos es integrar a los habitantes de cada zona e involucrarlos en los diferentes proyectos que ejecutan.
“El MIES nos ayudó a emprender este plan. Llevamos dos semanas de labores y hemos trabajado con los moradores de Cristo del Consuelo. Queremos que ellos defiendan su estero. Para ello, buscamos promotores en cada sector para que nos ayuden a difundir y a concienciar a la gente”, expresó Gamarra.
En total son 4 sectores (La Isla Trinitaria, Las Malvinas, Cristo del Consuelo y Cisne 2) que recibirán talleres y capacitaciones.
“No nos parece justo que mientras el Ministerio de Ambiente se preocupa por limpiar y oxigenar el estero, las personas lo contaminen con basura. Por eso creamos este proyecto y vamos a elegir, en cada zona, a jóvenes promotores que repliquen nuestro mensaje”, señaló Gamarra.
Piedad Castro, de 52 años, es una de las habitantes que participó de esta actividad. La mujer indicó que es importante que los niños aprendan a cuidar la naturaleza.
“Esto es muy satisfactorio. Estamos agradecidos por la atención que nos han brindado. Sus charlas nos sirven para ser más colaboradores y cuidar nuestra naturaleza. Aquí somos muy unidos. No dejamos que la gente tire la basura en la calle”, expresó.

En este sector, los moradores crearon, desde hace 6 meses, un depósito de basura para desechar los desperdicios. Ahora, ellos solicitan a la Municipalidad que los ayude con tachos para colocarlos en cada poste y evitar que en las calles se arrojen desperdicios.

domingo, 31 de julio de 2011

Ramal de Puerto Hondo también recibe drenajes

La tierra tiene una tonalidad oscura en una de las descargas
de aguas servidas detectadas en el puente del centro comercial
Albán Borja, en el noroeste de Guayaquil.
 
Aguas blanquecinas en las que flota basura desembocan
en uno de los ramales del estero Salado en el sector de la 19
y El Oro del suburbio oeste de Guayaquil.

Una pareja y niños se bañaban la mañana del 11 de julio pasado en el balneario de Puerto Hondo, parte del conjunto de ramales que conforman el estero Salado, un estuario que serpentea la superficie de la ciudad.

Ellos aseveraban que este lugar es uno de los pocos puntos del estero que tiene bajos niveles de contaminación, pero esta situación va variando con la instalación de urbanizaciones y fábricas situadas a un costado de la vía a la costa, hacia el noroeste de la ciudad.

Pescadores de Puerto Hondo dan cuenta de que la pesca es una actividad que quedará como parte del pasado en la zona, ante la reducción sistemática de las especies que capturan.

Ellos refieren que basta internarse en canoa tan solo unos quince minutos desde este balneario por los ramales que tienen forma curvilínea para observar una de las descargas contaminantes. Así lo confirma Rubén Meregildo, quien agrega que esta descarga proviene de la empacadora de pescado Orvipesa. “Hace unos cuatro años sacaba 50 libras de camarón en un trabajo de ocho horas, pero desde hace unos dos años, cuando apareció esa descarga saco solo hasta 15 libras, la pesca está mala”, dice Meregildo quien ha vivido en Puerto Hondo sus 39 años de vida.

Camilo Ruiz, director de Medio Ambiente del Cabildo, asegura que sí se ha intentado intervenir en este caso y que la industria en mención “está cumpliendo los plazos determinados por el Municipio para que solucione sus problemas ambientales”. Aunque este funcionario municipal no detalla cuál es el plazo otorgado para que la descarga sea mitigada, ni menciona por qué no se han aplicado sanciones.

Controlar que las aguas servidas no se depositen en el brazo de mar y sus ramales es de competencia municipal.

Pese a las obras de alcantarillado que se ejecutan a través de la concesionaria Interagua, cada año el Municipio encuentra nuevas fuentes contaminantes de aguas servidas que se vierten de forma directa al estero sin tratamiento previo.

Solo entre enero de 2010 y junio pasado (18 meses), la Dirección de Medio Ambiente del Cabildo ha detectado unas 1.700 nuevas fuentes de contaminación del estero provenientes de casas y empresas.

De estas, Ruiz afirma que “la mayoría está cumpliendo con las normas y la minoría (unas 400) está en proceso de cumplimiento”, según detalla este funcionario, sin precisar en función de qué parámetros se miden los plazos otorgados.

Esta detección se concreta con el personal asignado a la Dirección de Medio Ambiente del Municipio. El exdirector de esta unidad Mauricio Velásquez menciona que “no es fácil responder de manera óptima con el personal que se tiene”, refiriéndose a los 48 empleados asignados, según la proforma presupuestaria de este año.

Este exfuncionario municipal recalca también que “una cosa es lo que se puede asignar y otra lo óptimo que se necesitaría desde un punto de vista netamente técnico” para conseguir la rehabilitación.

Reseña por ejemplo que en países como India (en Asia) se financió un plan para descontaminar el río Ganges con un préstamo de un billón de dólares que dio el Banco Mundial. “Esto es más o menos utilizar todo el presupuesto municipal de Guayaquil durante más de 3 años consecutivos y olvidarse del bacheo, limpieza de calles, regeneración urbana y alcantarillado”, asevera Velásquez, quien reconoce que “siempre se necesitarán más recursos”.

En tanto, las obras de alcantarillado para contrarrestar la contaminación consisten en interceptar las descargas pendientes para bombearlas hacia un sistema de tratamiento que incluye distintas lagunas de oxidación (como las ubicadas en sectores como Sauces, Alborada y Orquídeas) y plantas de tratamiento (situadas en Progreso y La Pradera) para luego drenar estos líquidos hacia los ríos Daule y Guayas.

Unas de las zonas donde se ejecutan estas obras es el área ubicada en los costados de la vía a la costa sobre las que están urbanizaciones como Jardines del Salado y Puerto Azul, que se consolidaron sin contar con un sistema de alcantarillado adecuado en el sector.

Los moradores de Puertas del Sol, otra de las ciudadelas del área, afirman que de a poco se conectan al sistema construido, pero reclaman que el desfogue de aguas servidas que proviene de Puerto Azul se mantiene. “Esperamos que cuando terminen los trabajos se arregle”, dice Juan Ochoa, uno de los moradores de este sector.

Cifras: Inversiones
$ 11,9
Millones. Esa es la cantidad que desembolsará el Municipio entre el 2012 y 2019 para concesionar la recolección de los desechos sólidos que flotan en el estero Salado y sus ramales.

$ 30
Millones. Es lo que se invierte para dotar de alcantarillado sanitario a la ciudad.

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Descargas al estero siguen a once años de plan para recuperarlo

Uno de los canales que vierten aguas contaminadas está
en el sector de Las Malvinas, al sur de la ciudad.
En asentamientos informales como el ubicado en un sector de
Las Malvinas se convive con desfogues de aguas servidas.
Descargas de aguas domésticas e industriales, alfombradas de basura en algunos casos, continúan fluyendo sin control hacia el estero Salado, que con sus cientos de ramales serpentea la superficie urbana y rural del cantón Guayaquil.

Estos drenajes hacen que su recuperación aún sea una tarea pendiente para el Municipio, que tiene la competencia de controlarlos.

La contaminación de este brazo de mar persiste luego de que en 1998 se contrató en la administración del extinto alcalde León Febres-Cordero un estudio realizado por el consorcio Lahmeyer-Cimentaciones que conllevó a la elaboración del plan de recuperación del estero, que se entregó a la actual administración de Jaime Nebot a inicios del año 2000.

En este análisis se determinó que la principal fuente de contaminación del estuario son las descargas de aguas residuales sin tratamiento respectivo. En porcentajes, se estableció que el 65% depende de los residuos domésticos y el 35% de los lodos industriales. Parte de este estudio, que costó 1,3 millones de dólares, se financió con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La principal recomendación del consorcio fue interceptar estas descargas de aguas residuales para integrarlas al sistema de alcantarillado sanitario que desfogue estos residuos tratados al río Guayas o sus afluentes como el Daule.

Once años después, las descargas continúan fluyendo al estero, aunque el Municipio asegura que en ese tiempo unos 400 mil hogares se han integrado a la red de alcantarillado sanitario en sectores como isla Trinitaria, Guasmos y varias zonas del suroeste de la ciudad en las parroquias Ximena y Febres Cordero.

Pese a estas obras de alcantarillado, algunos de los habitantes que han invadido por décadas las riberas de los ramales del estero refieren que conviven con los nauseabundos olores, sobre todo cuando el sol calienta con fuerza.

Mascotas muertas que flotan en cartones y desperdicios de todo tipo fluyen por uno de los canales de aguas putrefactas que aún se descargan en la zona del suburbio, en el suroeste de la ciudad. “La basura entra y sale en medio de un olor que no aguantamos”, refiere Rosa Reyes, quien ha vivido 32 de los 52 años que tiene en el sector de la 19 y El Oro. Ella advierte que la concesionaria Interagua instaló un sistema de alcantarillado, pero las mejoras aún no se observan porque se sigue descargando directamente al Salado.

Mientras, las gallinas y otras aves picotean sobre aguas blanquecinas que se descargan al estero en cooperativas como Nigeria y Esmeraldas Chiquito, en el sector de la isla Trinitaria, al sur de la ciudad.

En la primera cooperativa hay una zanja cubierta de lodo por la que corre un hilo de agua que emana olores pestilentes. Haydé Estupiñán, esmeraldeña con cinco años en el lugar, admite que los habitantes lanzan sus aguas servidas al estero.

El director de Medio Ambiente del Cabildo, Camilo Ruiz, se limita a realizar un recuento de las obras de alcantarillado sanitario realizadas y las que están en proceso, ante una serie de interrogantes planteadas por este Diario en torno al problema.

El funcionario agrega en un correo electrónico que se ha trabajado con los fondos disponibles (no especifica cuánto), lo que deja en evidencia que lo asignado ha sido insuficiente para contrarrestar la contaminación. Afirma que cada año se identifican nuevas descargas y se les da un plazo a las fábricas para que se conecten al sistema de alcantarillado que desfoga las aguas servidas al río Guayas previo al tratamiento.

Pero Wilson Benavides, profesor de Ecología Aplicada de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, indica que las descargas clandestinas al estero se mantienen. “Por más oxigenación y depuración de bacterias que se haga (refiriéndose al proyecto Guayaquil Ecológico que ejecuta el Gobierno a la par de las obras de alcantarillado que hace el Municipio para paliar la contaminación), va a ser básicamente imposible conseguir un mejoramiento del estero a no ser que se suspendan estos desagües”, agrega.

Los asentamientos informales sobre las riberas del Salado han empeorado la situación de sus ramales en estos últimos once años. Pilar Macías es una de las miles de personas que se han asentado en las riberas del estuario. Ella vive desde hace cinco años en una casa de caña que se levanta al pie de un mar de basura que cubre uno de los ramales en la calle 19 entre El Oro y el estero Puerto Lisa, en el suburbio oeste. Su casa cuenta con pozo séptico para evacuar sus aguas residuales.

El estudio del consorcio recomendaba también la evacuación de estos asentamientos informales para mejorar la calidad del agua, una medida calificada como de alto impacto social. Aunque se advertía que esto último se justificaría cuando se eliminen las principales fuentes de contaminación.

Cifras: Extensión del estero e inversiones
70 Kilómetros. Ese sería el largo del estero Salado y sus ramales si sus curvas se extendieran en línea recta. Este cuerpo de agua forma un laberinto de unas 338 hectáreas dentro del cantón Guayaquil.

$ 4,7 Millones. Esa es la suma que el Cabildo señala que se ha invertido desde el 2009 hasta lo que va del 2011 en la recolección de la basura que flota en los ramales del Salado y en controlar las descargas industriales.

Detalles: Sobre contaminación
Desagües clandestinos
A las descargas clandestinas en el estero Salado se suma otro problema de contaminación, se trata de que “los altos volúmenes de descargas que cumplen los parámetros permitidos por la ley (y que desembocan en los ramales del Salado) rebasan la capacidad natural de degradación que tiene este brazo de mar”, asegura Wilson Benavides, profesor de ecología aplicada de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo.

Basura
A las aguas turbias del Salado se vierte un promedio de 3,5 toneladas de basura cada día. Eso sumado a lo acumulado durante décadas implica que deben recogerse unas 350 toneladas al mes, que es lo que el Municipio tiene previsto recolectar.

Fuente

miércoles, 20 de julio de 2011

Estero Salado, Bosque del Paraiso