miércoles, 15 de febrero de 2012

Estero se llevó una casa... y a Beethoven

Familia quedó en la calle con sus enseres

La fuerza de la marea hizo que la vivienda cayera al agua. La mascota que estaba atada a un pilar murió ahogada.

Víctor Haz
La impresión al ver su casa y enseres en el agua fue tan grande para Edita Margarita Ayoví  Aveiga, que se desmayó ante la mirada atónita de sus vecinos.

Cerca de las 11:00 de ayer su vetusta vivienda de madera, ubicada al pie del estero Salado, en la cooperativa Nuevo Rumbo II, de la isla Trinitaria, cayó al agua cuando la marea estaba alta.

La mujer, de 32 años de edad, vivía en el sitio con sus tres hijos y su perro Beethoven. Ayer, ella salió a comprar unas cañas para apuntalar la casa, que ya se tambaleaba desde hace varios días.

Cuando regresó, se quedó atónita al ver su morada destruida, mientras sus vecinos  rescataban muebles, camas, electrodomésticos y ropa, que flotaban en las oscuras aguas.

Su impresión fue mayor cuando observó que su perro Beethoven, al que había dejado amarrado a una viga de su casa, no pudo salvarse y murió ahogado; su cuerpo flotaba al vaivén de las olas.

La angustia fue tanta que perdió por varios minutos el conocimiento; varios moradores la reanimaron luego de varios  minutos y solo entonces lloró desconsoladamente mientras uno de sus hijos, Jeanpierre Vera, de nueve meses edad, era sostenido por su vecina María Maifrén Nazareno.

“No me queda casi nada, no tengo dónde dejar las pocas cosas que salvé, solo trabajo lavando ropa”, dijo Ayoví. El problema preocupa a quienes viven cerca. “Si pudiera me iría a otro lado, pero no tengo a dónde”, comentó María Maifrén, quien habita en otra casa de caña y madera asentada sobre el estero, junto con su hermana y tres niños.

Hasta la tarde solo algunos elementos de la policía acudieron al sitio para recuperar unos cuantos enseres; de allí que la angustiada mujer esperaba que algún organismo la socorra.

Mientras tanto, colchones,  unas pocas prendas de vestir, cañas y muebles permanecieron a la intemperie, ya que la afectada aún no encontraba un lugar para ponerlos a buen recaudo.

Fuente. El Expreso

viernes, 10 de febrero de 2012

Balnearios urbanos recibieron a familias que no fueron a playas

El pasado domingo, cientos de niños disfrutaron
del parque acuático Riberas del Salado, de la avenida
Barcelona.
El balneario de Puerto Hondo, en el km 17 de la vía
a la costa, recibió a miles de turistas en este feriado
de carnaval. Su atracción principal es el ramal
del estero Salado.
Familias enteras se dieron cita en la Playita del
Guasmo para pasar el feriado entre amigos y juegos.
Los niños del sur de Guayaquil gozaron con
los juegos acuáticos del parque Viernes Santo,
en la cdla. La Fragata.
 “Hello, contéstame el teléfono, que solo quiero hablar contigo, otra noche más que de ti no sé na, dónde te has ido”, era el reggaetón de Álex y Fido que sonaba a todo volumen a la entrada de Puerto Hondo y ponía ambiente a la llegada de miles de turistas que optaron por este balneario para este carnaval.

Este punto, ubicado en el kilómetro 17 de la vía a la costa, así como Viernes Santo, el parque acuático de la avenida Barcelona y la Playita del Guasmo, en Guayaquil, recibieron miles de turistas en estos cuatro días de feriado.

La situación económica y la saturación de los balnearios tradicionales como Salinas, en la provincia de Santa Elena, y General Villamil, en Guayas, hicieron que prefieran quedarse en la ciudad y disfrutar de los balnearios urbanos que ofrece.

Belinda Salazar llegó desde el Guasmo sur de Guayaquil hacia Puerto Hondo, se mostró sorprendida por las instalaciones y lo que el comercio le ofrecía.

Junto a sus dos hijos y su amiga Rosa Macías esperaban gastar como máximo 30 dólares en este punto. “Si me hubiese ido a la playa gastaba mínimo 100 dólares, más la incomodidad del viaje y las colas de gente”.

Puerto Hondo tuvo un promedio de visitantes de 1.000 por hora, según la supervisora del balneario, Cenia Macías. Por ejemplo, el pasado domingo de 12:00 a 14:00 se registró el ingreso de 1.933 personas.

El parque acuático Riberas del Salado de la avenida Barcelona también recibió miles de turistas locales.

Allí los niños disfrutaron de juegos y piscinas. Jean Carlos Rodríguez se divirtió la mañana del domingo bajo la mirada de su mamá Isaura Zúñiga, quien llegó desde Lomas de la Florida. “Nunca voy a la playa en este feriado, prefiero quedarme en casa y salir a estos lugares que son tranquilos y económicos”.

Visitantes de provincias

No solo los guayaquileños disfrutaron de los balnearios que ofrece la ciudad, también turistas de provincias prefirieron quedarse en Guayaquil y no avanzar hasta la playa.

Fue el caso de Jhonny Aspiazu, quien llegó el pasado lunes a la Playita del Guasmo, en el sur de la ciudad, con sus cuatro hijos, su esposa, su papá y su suegra desde la parroquia 24 de Mayo de la ciudad de Quevedo (Los Ríos). “Acá pienso gastar solo 15 dólares, es más tranquilo que la playa”.

Omar Hurtado, quien llegó desde Durán con sus dos hijos y sus ahijados, también disfrutó de los juegos acuáticos, pero en el parque Viernes Santo, en la ciudadela La Fragata.

Glover Alcívar, de 15 años, llegó desde Santa Cruz (Galápagos) a pasar las vacaciones en Guayaquil, también decidió ir a Puerto Hondo en vez de la playa. “Hay mucha gente en la playa, acá es más tranquilo y cerca”, señaló el adolescente.

Puerto Hondo

El balneario de Puerto Hondo está ubicado a la altura del kilómetro 17 de la vía a la costa, cuenta con juegos y piscinas para niños de 4 a 10 años, un ramal del estero Salado, plataformas turísticas y seguridad. La entrada es gratis y el horario de atención es de 08:00 a 17:00.

Parque Viernes Santo

Este parque acuático está ubicado en la cooperativa La Fragata, en el sur. Tiene 6.500 m de laguna artificial. Hay juegos infantiles de agua a los que pueden acceder los niños de 4 a 10 años. El horario de atención es de 10:00 a 17:30. Para llegar puede tomar las líneas de buses 56-2 que lo deja a dos cuadras y la 3 que lo deja a cuatro cuadras.

Parque Riberas del Salado

El parque de las Riberas del Salado, situado en la avenida Barcelona, en el sur. De 10:30 a 17:30, los niños más pequeños podrán disfrutar de los juegos de agua.

Fuente