sábado, 19 de septiembre de 2015

Esmeraldas Chiquito se organiza para promocionar el estero Salado

Los vecinos de la cooperativa Esmeraldas Chiquito, en el sur de Guayaquil, iniciaron este sábado 19 de septiembre del 2015 una serie de actividades para levantar un complejo turístico que impulse las visitas al estero Salado, un brazo de mar que recorre gran parte del sur de la urbe, y cuyas aguas están en proceso de recuperación.

Esmeraldas Chiquito es un asentamiento habitado en un 60% por afroesmeraldeños, quienes llegaron hace 40 años a poblar esta zona ubicada en las riberas del estero. Esta cooperativa de vivienda comprende alrededor de 5 manzanas delimitadas por calles que ahora están asfaltadas y con muchas de sus casas con sus fachadas remozadas.

Las casas miran al estero Salado, que se halla en proceso de recuperación a cargo del Ministerio del Ambiente. Allí el Gobierno adecuadó pequeños muelles para las canoas que cruzan el canal natural hacia la isla Trinitaria, otro asentamiento poblado mayoritariamente por afroesmeraldeños y sus descendientes. En un tramo del estero se edificó una escalinata que hace de área de esparcimiento para los moradores del sector. En este sitio, los pobladores se han propuesto levantar un proyecto turístico acuático.

El proyecto tiene un costo estimado de USD 200 000. Para recaudar fondos que financien parte de la obra, la Asociación de Moradores Independencia 2 organizó este sábado el Circuito Gastronómico y Cultural de Integración Popular Esmeraldeño. Para Vicente Caicedo, presidente de la asociación esta iniciativa, además de recaudar fondos, permite a los moradores rescatar sus raíces y exhibirlas a quienes desconocen las tradiciones de la cultura afroesmeraldeña, trasladadas a Guayaquil. "Nuestros hijos ya nacieron aquí, son guayaquileños, pero nosotros les inculcamos nuestras tradiciones en el seno del hogar, porque eso no lo aprenden en la escuela", dice Caicedo.

Los asistentes a la actividad organizada por los vecinos de este sector pudieron degustar platos típicos de la gastronomía esmeraldeña, y disfrutaron de la música y ritmos de tres grupos de jóvenes afrodescendientes.

La Policía apoyó a la seguridad de la actividad con la presencia de dos patrulleros, mientras que personal del Ministerio del Ambiente procedió a una nueva minga de limpieza del estero.

El proyecto turístico se levantará, según el diseño, a lo largo de 300 metros del estero, con dos muelles flotantes y seis cabañas para instalar comedores, bares, heladerías, artesanías y juegos acuáticos. "Queremos que las familias que no pueden ir a ciertos lugares por falta de dinero vengan aquí, y así los moradores puedan tener también ingresos económicos", explica Caicedo.

La actividad que empezó a las 10:00 preveía extenderse hasta las 21:00.

Fuente: El Comercio

jueves, 17 de septiembre de 2015

Urdesinos de antaño, juntos por el estero Salado

Son la última generación que disfrutó de las aguas limpias del
estero en Urdesa. 
Cecilia Guevara
Recordar la época en la que el estero Salado era un punto de encuentro y sus cristalinas aguas eran uno de los balnearios más frecuentados por los guayaquileños hasta fines de los años sesenta forma parte de las tertulias que un grupo de moradores y exvecinos de Urdesa comparten eventualmente en el puente zigzag y todos los jueves en la noche en el restaurante El Patacón de Urdesa.
Se trata del grupo ciudadano Yo Amo al Estero, una organización civil sin fines de lucro compuesta por quince miembros activos que rondan los 60 años de edad y que guardan en común haber disfrutado alguna vez de las aguas del estero.
“Disfrutamos del estero, nos bañamos ahí, crecimos cerca a él. Regresamos al estero porque lo queremos y porque somos parte ya de él”, expresa María Dolores Cedeño, miembro del grupo.
Comenzaron hace cinco meses con la convocatoria a través de las redes sociales como Estero Salado en Facebook, motivados por el urdesino Eduardo Salomón.
“Un día, hace un año, caminando por aquí con la marea baja y bien apestoso el lugar, recordé cuando hace años también lo hacía y no era así, pensé en que tenía que hacer algo”, dice. Señala que la intención es despertar el interés de la comunidad a través de la concienciación y difusión de boca en boca; están en la captación de personas con ese mismo fin.
“La idea es detener el empobrecimiento ambiental del estero, decir ‘ya basta de contaminar este regalo de la creación’”, afirma Jorge Carmigniani, de 55 años, quien ha vivido siempre en Costanera y Las Monjas. “Nosotros fuimos la última generación que disfrutamos de esto, sabemos que hay muchas instituciones en lo mismo, pero nosotros lo vivimos y queremos aportar con nuevas ideas”, refiere Eduardo Lascano, otro integrante.
De estas conversaciones, dicen, surgen ideas como la que ha propuesto uno de los integrantes, quien plantea desviar por un tubo submarino las aguas servidas que van directo al estero hacia un sistema de tratamiento. “En ingeniería es perfectamente viable y ya lo hemos presentado al Ministerio del Ambiente”, dice Carmigniani.
Fotografía al estero
Actualmente son patrocinadores del XI Concurso de Fotografía Positiva Guayaquil a lo largo del estero, auspiciado por el Municipio, que busca motivar a los participantes a captar lo positivo del Salado y toda la red de esteros del cantón. Esperan que con esta iniciativa se despierte el amor por este brazo de mar y motive la participación ciudadana en su cuidado, protección y respeto.
La participación es gratuita y abierta a todo público. Cada participante deberá entregar cinco fotos de por lo menos tres espacios distintos de los esteros de Guayaquil, que resalten su belleza y aspectos positivos. Las fotos, junto a la ficha de inscripción, se recibirán en las oficinas de la Dirección de Acción Social y Educación del Municipio (Clemente Ballén 211 y Pichincha, tercer piso) hasta el jueves 24 de septiembre. (I)
La idea es detener el empobrecimiento ambiental del estero, decir ‘ya basta de contaminación’”.
Jorge Carmigniani
Fuente. El Universo 

sábado, 12 de septiembre de 2015

Colegiales dan una mano al Estero Salado

Desde que entraron al colegio, el estero Salado ha sido su vecino. Han visto sus manglares al entrar y salir de clases. Hasta se han adaptado a su peculiar olor -producto de su gran aporte al captar dióxido de carbono-, mientras realizan pruebas de Matemáticas o ejercicios de Física.

La mañana de este sábado 12 de septiembre del 2015, 50 estudiantes del colegio Teodoro Alvarado separaron unas horas de su tiempo para dar una mano al manglar. A través del Proyecto de Recuperación del Estero Salado e Isla Santay (Presis), del Ministerio del Ambiente, limpiaron un tramo del sector Miraflores, en el norte de Guayaquil.

Kevin Castro, de 16 años, se equipó con guantes y una mascarilla. Desde pequeño sufre de alergias en la piel, que se activan con el intenso calor. Pero su espíritu conservacionista fue mayor que el fuerte sol de esta mañana. En una funda recopiló desde botellas y tapillas, hasta extraños objetos como una tapa metálica de un viejo transformador de energía.

“Esta es la tercera vez que participo en estas mingas. Lo hago porque el estero es el hábitat de muchas especies y si lo afectamos con nuestros desperdicios, nosotros y nuestras generaciones sufrirán las consecuencias de la contaminación”, dijo el joven que espera convertirse en ingeniero agrónomo.

El Estero Salado tiene una superficie de 13 701 kilómetros cuadrados. Al menos unas 70 000 personas viven en sus orillas, aunque su influencia engloba a toda la ciudad. Las descargas domiciliares e industriales son la principal fuente de su contaminación.

Lizet Rendón, gerente del proyecto Presis, explica que los planes para su remediación concluirán en el 2017, fecha en la que el Gobierno ha ofrecido que los guayaquileños podrán bañarse en los ramales. Análisis de coliformes fecales, de metales pesados en sedimento, de agua y moluscos, son algunas de las pruebas que realizan continuamente para dar seguimiento a los niveles físico-químicos del estuario. 

Fuente. Diario El Comercio