Son la última generación que disfrutó de las aguas limpias del estero en Urdesa. Cecilia Guevara |
Recordar la época en la que el estero Salado era un punto de encuentro y sus cristalinas aguas eran uno de los balnearios más frecuentados por los guayaquileños hasta fines de los años sesenta forma parte de las tertulias que un grupo de moradores y exvecinos de Urdesa comparten eventualmente en el puente zigzag y todos los jueves en la noche en el restaurante El Patacón de Urdesa.
Se trata del grupo ciudadano Yo Amo al Estero, una organización civil sin fines de lucro compuesta por quince miembros activos que rondan los 60 años de edad y que guardan en común haber disfrutado alguna vez de las aguas del estero.
“Disfrutamos del estero, nos bañamos ahí, crecimos cerca a él. Regresamos al estero porque lo queremos y porque somos parte ya de él”, expresa María Dolores Cedeño, miembro del grupo.
Comenzaron hace cinco meses con la convocatoria a través de las redes sociales como Estero Salado en Facebook, motivados por el urdesino Eduardo Salomón.
“Un día, hace un año, caminando por aquí con la marea baja y bien apestoso el lugar, recordé cuando hace años también lo hacía y no era así, pensé en que tenía que hacer algo”, dice. Señala que la intención es despertar el interés de la comunidad a través de la concienciación y difusión de boca en boca; están en la captación de personas con ese mismo fin.
“La idea es detener el empobrecimiento ambiental del estero, decir ‘ya basta de contaminar este regalo de la creación’”, afirma Jorge Carmigniani, de 55 años, quien ha vivido siempre en Costanera y Las Monjas. “Nosotros fuimos la última generación que disfrutamos de esto, sabemos que hay muchas instituciones en lo mismo, pero nosotros lo vivimos y queremos aportar con nuevas ideas”, refiere Eduardo Lascano, otro integrante.
De estas conversaciones, dicen, surgen ideas como la que ha propuesto uno de los integrantes, quien plantea desviar por un tubo submarino las aguas servidas que van directo al estero hacia un sistema de tratamiento. “En ingeniería es perfectamente viable y ya lo hemos presentado al Ministerio del Ambiente”, dice Carmigniani.
Fotografía al estero
Actualmente son patrocinadores del XI Concurso de Fotografía Positiva Guayaquil a lo largo del estero, auspiciado por el Municipio, que busca motivar a los participantes a captar lo positivo del Salado y toda la red de esteros del cantón. Esperan que con esta iniciativa se despierte el amor por este brazo de mar y motive la participación ciudadana en su cuidado, protección y respeto.
Actualmente son patrocinadores del XI Concurso de Fotografía Positiva Guayaquil a lo largo del estero, auspiciado por el Municipio, que busca motivar a los participantes a captar lo positivo del Salado y toda la red de esteros del cantón. Esperan que con esta iniciativa se despierte el amor por este brazo de mar y motive la participación ciudadana en su cuidado, protección y respeto.
La participación es gratuita y abierta a todo público. Cada participante deberá entregar cinco fotos de por lo menos tres espacios distintos de los esteros de Guayaquil, que resalten su belleza y aspectos positivos. Las fotos, junto a la ficha de inscripción, se recibirán en las oficinas de la Dirección de Acción Social y Educación del Municipio (Clemente Ballén 211 y Pichincha, tercer piso) hasta el jueves 24 de septiembre. (I)
Fuente. El UniversoLa idea es detener el empobrecimiento ambiental del estero, decir ‘ya basta de contaminación’”.
Jorge Carmigniani
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