martes, 18 de mayo de 2010

El proyecto para recuperar el estero causa temores

Por: León Sobenis Adriana Lucila y Herrera Gallego Diego Rodrigo, Diario El Expreso

Los alarmantes niveles de contaminación obligan a las autoridades a adoptar medidas urgentes. Además, ofrece alternativas para ayudar a las personas que deberán salir de las zonas de mayor riesgo.





Los alarmantes niveles de contaminación obligan a las autoridades a adoptar medidas urgentes. Además, ofrece alternativas para ayudar a las personas que deberán salir de las zonas de mayor riesgo.

Tras revelarse que el Gobierno alista el plan “Guayaquil Ecológico” para rescatar el Estero Salado, debido a los alarmantes niveles de contaminación, la incertidumbre reina entre las personas que habitan en las orillas.

El presidente Rafael Correa aseguró el sábado último, en su enlace radial, que dicho proyecto contempla tres alternativas: reubicación por medio del programa Socio Vivienda Guayaquil, que tiene 17.000 casas a 12.000 dólares cada una, financiadas con el bono de la vivienda; construcción de bloques multifamiliares en el sector con un costo de 10.000 dólares; y, un proyecto de viviendas con locales comerciales (restaurantes, muelles, cafés, entre otros).

Sin embargo, el anuncio inquieta a cientos de personas que habitan en las orillas del Salado. Una de ellas es Juan Pérez, quien vive desde hace 30 años sobre el estero, en la calle 12, entre la A y la B.

Pérez reconoce que le costaría salir de la zona ya que aquí se crió y conoció a la que hoy es su mujer. Pero, por sobre todo, porque aquí no paga arriendo.

“De ser reubicado de seguro me tocará pagar por una casa. Me preocupa porque lo que gano como albañil apenas me alcanza para cubrir las necesidades diarias”, manifiesta.

El tema también preocupa a sus vecinos Luis Castro y Wilmer Quezada, quienes tampoco tienen las posibilidades económicas para pagar una vivienda. Los tres reconocen que habitar sobre la basura es “infrahumano”, pero que no les queda otra opción. Esperan informarse mejor para conocer qué alternativas tienen.

Según una encuesta realizada por el Ministerio de Vivienda existen 5.000 familias que habitan en las orillas del Estero Salado y que el 98% está dispuesta a reubicarse.

Esta medida fue adoptada debido a los problemas de contaminación en barrios como Urdesa, Miraflores, Kennedy Norte, Puerto Azul, Puerto Lisa y Las Esclusas. Las actividades perjudiciales más comunes son: las descargas domésticas e industriales, desechos sólidos y de aguas servidas.

En el caso específico de Puerto Azul, esta ciudadela bota directamente sus desechos al Salado sin ningún tratamiento.

En Puerto Lisa se producen 3,5 toneladas desechos al día. Esto trae como resultado el relleno del estero, la ausencia de vida marina, mal aspecto, malos olores, colapso del alcantarillado (aumento de inundaciones) e insalubridad.

En la Isla Trinitaria, a la altura del primer puente, los problemas de contaminación son recurrentes. Juana Cáceres, quien habita 10 años en una endeble casa de caña, dice que lo dramático de vivir sobre desperdicios son los olores nauseabundos, especialmente a la hora del almuerzo.

La reubicación de las familias que habitan a orillas del Estero Salado de Guayaquil es el mayor rubro del plan ecológico que, en su totalidad, costará  63 millones de dólares.
Rafael Correa Delgado, Presidente de la República
Proyectos

Recuperación
El plan “Guayaquil Ecológico” pretende recuperar el Estero, la Isla Santay y la construcción de un complejo natural en Samanes.

Control y fiscalización
Contempla además la restauración biológica, la fiscalización y el control de las descargas industriales, así como el fomento de emprendedores de reciclaje
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