martes, 1 de marzo de 2011

Las casas deshabitadas en el Salado son demolidas

En la calle Pancho Segura. Varias casas sobre el estero,
cuyas familias fueron reubicadas en el Plan Socio Vivienda,
ya han sido demolidas. Foto: Mario Faustos/EL COMERCIO
Edificaciones demolidas y otras a medio desbaratar se encuentran sobre el estero Salado. Allí, hasta hace un mes, habitaban familias que fueron reubicadas en el Plan Socio Vivienda, en la Nueva Prosperina, noroeste de Guayaquil.



La reubicación es parte de un plan del Gobierno para el rescate del estero Salado.

Según el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), 158 familias ya se encuentran en su nueva morada. Para la reubicación se priorizó a quienes tenían sus viviendas debajo del puente de la A o sus alrededores.

El Municipio de Guayaquil alista la demolición de dicho viaducto para construir uno nuevo con técnicas modernas que permitan a su estructura soportar los niveles de salinidad del estero.

A mediados de enero abandonaron el área bajo el puente de la A, familias como las de Luis Zambrano y su esposa Maura; así como las de sus hijos Luis, Antonio, Miguel, que vivían en cuatro casas levantadas a continuación.

En ese sitio, en el lado de la calle 11 y Pancho Segura, hoy solo existen escombros. Hay material de bloque demolido así como las bases de madera de las viviendas.

Sobre la calle Francisco Segura, hacia el otro lado del puente, solo quedan levantadas sobre el fango del estero los palos de lo que hasta hace poco tiempo fueron endebles casas de caña.

Una vez que los beneficiados se cambiaron a la Nueva Prosperina, las casas fueron destruidas. A través de la Armada y la Policía se controla para evitar nuevos asentamientos. Allí, el plan del Miduvi es levantar un parque lineal.

Similar procedimiento se cumplirá hasta el 2013, pues el Gobierno prevé reubicar a 5 000 familias que habitan a lo largo del Salado. Para fines de este año, el Miduvi anunció que serán reubicados 2 000 grupos familiares.

Allí deberán ir, de manera urgente, a medida que se vaya culminando la construcción de las viviendas, los damnificados del sector de Esmeraldas Chiquito, en las Malvinas, sur de Guayaquil.

La madrugada del pasado martes 22 de febrero, ocho casas se cayeron al estero luego de que el relleno sobre el que se asentaban cediera y las viviendas se hundieran en el Salado. Además, están en riesgo otras 56 casas.

Una nueva protesta
  • Los afectados en Esmeraldas Chiquito insistieron ante el Miduvi para que la reubicación ofrecida se haga lo más pronto posible.
  • La semana anterior, moradores del sector de Plan Piloto y Cisne II volvieron a protestar a orillas del Salado. Ellos se resisten a la reubicación.
  • Con el censo, el Miduvi ha registrado un 70 % de los beneficiarios para la reubicación.
Por esa zona ya se cumplió con el censo dentro del plan de reubicación del Gobierno. De allí que Raúl Sánchez, coordinador del Miduvi, explicó que una vez censados, los damnificados no perderán sus derechos a una vivienda, así no estén presentes en el lugar.

Esta aclaración la hizo el funcionario a los afectados, en vista de que se resisten a ir al albergue del Buen Vivir, en la calle Gómez Rendón, ante el temor de no recibir ayudas. Algunos permanecen a la intemperie o están alojados en casas de vecinos o familiares.

Sánchez dijo que el Ministerio cuenta con un levantamiento aéreo fotogramétrico de la zona. Eso permite identificar cuántas casas están en las orillas del estero.

Fuente: El Comercio

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