domingo, 17 de abril de 2011

Educación ciudadana para salvar el Salado

Proyectos buscan crear conciencia. MAE apoyará con reforestación.

El rescate del estero Salado, más allá de los programas gubernamentales, está en manos de la propia comunidad. Este es el mensaje enviado por diferentes grupos ciudadanos.

Foto: Archivo / Expreso
Rescate. Entidades y grupos ambientales buscan soluciones al
problema de la basura que se arroja al estero.
El rescate del estero Salado, más allá de los programas gubernamentales, está en manos de la propia comunidad. Este es el mensaje enviado por diferentes grupos ciudadanos que, en menos de una semana, coincidieron en acciones a favor de este cuerpo hídrico que, en algunos tramos, sucumbe ante las invasiones y la contaminación.

El sábado se realizó la jornada ambiental en el canal del estero situado en la ciudadela Urdenor 1, evento que congregó a instituciones como el Ministerio del Ambiente (MAE), Policía Nacional, Comisión de Tránsito del Ecuador, universidades, empresas privadas, organizaciones ecológicas y grupos artísticos. Y a mediados de semana, el grupo Medio Ambiente Sustentable presentó en el Tecnológico Espíritu Santo (TES) un programa para la recuperación del ramal del estero Salado.

Este trabajará en la concienciación ciudadana en tres sectores comprendidos entre el puente de la A y la Playita del Guasmo.

Según Xavier Vanegas, exalumno del TES y creador del programa, todo inició hace dos años como proyecto de tesis. “Quise tomar acciones más ejecutables. Además me ayudó mucho una visita que hice a Costa Rica, donde pude ver cómo hay mucha gente que toma conciencia en el manejo de la basura. Quise radicar eso en Guayaquil, donde existe una gran necesidad en este campo”.

El joven comenzó a tocar puertas de empresas públicas y privadas para mostrar su proyecto y buscar financiamiento. En la primera acción comunitaria que efectuó, una minga de limpieza, la asociación estudiantil tuvo un presupuesto de 10 dólares con el que compró 100 fundas de agua para las personas que participaron. Pero la perseverancia tuvo sus frutos y actualmente, además del TES, cuenta con el respaldo del Ministerio del Ambiente, Policía, Armada y las empresas Claro, Cervecería Nacional y Toni.

El proyecto busca crear conciencia entre quienes viven a orillas de la ensenada, para que no la contaminen. Está programado para tres años, en los que se efectuarán charlas, monitoreos y actividades comunitarias.

Al momento están involucrados 40 alumnos del TES. Y el MAE también trabajará en forma directa con estos jóvenes emprendedores. Christian Rosero, representante de esta cartera de Estado, explicó que entre los grandes problemas del Salado se encuentran las descargas domésticas e industriales y la basura que la gente sigue arrojando. “Estamos planificando con el Municipio qué vamos a hacer desde ahora para atacar varios frentes y controlar estas descargas”.

Según él, a partir de mayo el MAE comenzará con el proceso de oxigenación (inyectar oxígeno puro con alto poder) anunciado para el tramo A del estero (Urdesa y Kennedy). Sin embargo, existe otro problema: el lodo. “Cuando baja la marea se origina un olor desagradable. Estamos viendo cuál será la mejor solución porque no podemos echar todo lo que nos digan ni podemos remover el lodo sin saber cuál sería el efecto que causaríamos”.

El Ministerio de Vivienda (Miduvi) ya censó alrededor de mil familias que viven junto a la desembocadura y que serán reubicadas. El objetivo, según el funcionario, es tener 5.000 reubicados en tres años para poder realizar el proceso de remediación ambiental. Estas son familias principalmente de la Isla Trinitaria, uno de los puntos neurálgicos del estero. Luego de eso comenzará la recuperación.

“Antes Guayaquil era todo manglar, pero las invasiones fueron comiéndose este recurso natural. Por suerte, tenemos la reserva de los manglares del Salado, donde hay 5.000 hectáreas de manglar y actualmente el MAE la amplió a 4.000 hectáreas más”, explicó Rosero.

Según él, “debemos reforestar en las riberas del estero, pero la mayoría de invasores puso cascajo y este elemento no permite plantar árboles. En un tramo de la Trinitaria vamos a usar manglar y eso traerá un proceso de vida, pues se acercarán aves e iguanas. Pero no es de la noche a la mañana, es un proceso natural”.

El funcionario señaló que en todo el planeta hay ciudades que anclan su desarrollo económico y social en sus cuerpos de agua. “Probablemente nosotros veríamos a Guayaquil viviendo más en el estero Salado, movilizándonos por medios acuáticos y dependiendo de la pesca. Sería un excelente recurso”.

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