Quien suele circular por la avenida Juan Tanca Marengo y Jaime Roldós es común que observe a garzas cruzar desde lo que sería el fin de brazo de mar hasta un extremo donde un puente atraviesa un ducto cajón.
Se trata de otro ramal del estero Salado catastrado como canales 17 y 18 que culmina en la Sexta etapa de la Alborada, en la Av. Francisco de Orellana. Dicho lugar, que comprende cerca de 800 metros de ladera, es el sitio donde diversas especies habitan en medio de aguas con más contaminación que en otros ramales.
Anita Manrique, directora y fundadora del comité Milenium, detalló, con papeles en mano, que desde el 2004 ha enviado solicitudes a las autoridades responsables del manejo del agua y del ambiente, entre estos, Gobierno y Municipio de Guayaquil. Sin embargo, lamenta que sus esfuerzos han sido en vano.
Este brazo del estero es utilizado desde el 2005 para atrapar las aguas servidas de los sectores populares aledaños que carecen de redes de alcantarillado, para luego ser desviadas al sistema sanitario de la ciudad pero, hasta la actualidad el mal olor es la prueba del olvido por parte de la autoridades. En la actualidad en la zona existen varios tubos clandestinos de aguas servidas provenientes de talleres, vulcanizadoras y de la empresa Caterpillar; este último criticado por los moradores, “defoga líquidos desconocidos en el canal 16″, denuncia Manrique .
El pasado 16 de abril la Agrupación Ecológica Estero Salado y el comité Milenium realizaron un evento colorido donde levantaron su pedido al Municipio y al Gobierno para que se ejecute un parque lineal previo a un estudio ambiental en el lugar.
Detalles
El informe realizado por técnicos de gestión ambiental del Cedegé expone que las condiciones del ramal deben ser mejoradas, ya que es considerado como una reserva mixta natural y área de protección debido a que en el lugar se desarrollan especies endémicas.
El proceso de almacenamiento de aguas residuales fue implementado en el Plan Integral de Rescate del Estero Salado (Pires) que emprendió (2004) la Municipalidad a través de la empresa Colisa.
Personas ajenas al sitio dejan fundas de basura que terminan en el lodo del estuario.
FABIO GUSTAVO ABAD BAUS
fabad@metroquil.ec
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