Los habitantes de Urdenor, Urdesa Norte,
Urdesa y Kennedy Norte son los principales afectados por la
contaminación del estero Salado. El mal olor que soportan todos los días
se ha convertido, para muchos, en un "mal al cual ya se han
acostumbrado". Sin embargo, no están exentos de problemas de salud y
malestares físicos.
Manuel Guaranda tiene su tienda de víveres en Urdesa Norte, a él lo acompañan todos los días sus dos pequeños hijos menores de seis años, quienes en varias ocasiones han sufrido sarpullidos en la piel. "Yo sí creo que eso se debe a la contaminación del estero Salado. Me preocupa la salud de mis hijos, pero no puedo dejar mi trabajo", asegura.
Gabriel Murillo es guardia de seguridad en Urdenor 1. Su lugar de trabajo está junto al estero y su jornada es desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde. "El agua del estero viene con basura y con sustancias químicas que salen de las fábricas, no sabemos qué efectos nos puede causar eso, pero son peligrosos", menciona.
En el mismo sector se encuentra Galo Panda quien trabaja en una escuela de conducción hace dos años y medio. "Los estudiantes prefieren no ingresar por los olores desagradables que se perciben. Esto debe tener una solución. Sólo dos veces al año viene personal con palas a remover el lodo".
Mariana López, coordinadora regional para el activismo a favor del estero Salado del grupo Medio Ambiente Sustentable, cree que el problema de la contaminación debe ser reflexionado tanto por la ciudadanía como por autoridades e industrias. "No ha habido una entidad que ponga mano firme, que tome en serio el problema y que comprometa a las empresas a evitar las descargas industriales. Tiene que existir esa voluntad de querer hacerlo". (DV)
Fuente: Diario Expreso
Manuel Guaranda tiene su tienda de víveres en Urdesa Norte, a él lo acompañan todos los días sus dos pequeños hijos menores de seis años, quienes en varias ocasiones han sufrido sarpullidos en la piel. "Yo sí creo que eso se debe a la contaminación del estero Salado. Me preocupa la salud de mis hijos, pero no puedo dejar mi trabajo", asegura.
Gabriel Murillo es guardia de seguridad en Urdenor 1. Su lugar de trabajo está junto al estero y su jornada es desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde. "El agua del estero viene con basura y con sustancias químicas que salen de las fábricas, no sabemos qué efectos nos puede causar eso, pero son peligrosos", menciona.
En el mismo sector se encuentra Galo Panda quien trabaja en una escuela de conducción hace dos años y medio. "Los estudiantes prefieren no ingresar por los olores desagradables que se perciben. Esto debe tener una solución. Sólo dos veces al año viene personal con palas a remover el lodo".
Mariana López, coordinadora regional para el activismo a favor del estero Salado del grupo Medio Ambiente Sustentable, cree que el problema de la contaminación debe ser reflexionado tanto por la ciudadanía como por autoridades e industrias. "No ha habido una entidad que ponga mano firme, que tome en serio el problema y que comprometa a las empresas a evitar las descargas industriales. Tiene que existir esa voluntad de querer hacerlo". (DV)
Fuente: Diario Expreso
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